DB Multiverse

Dragon Ball Multiverse: la novela

Escrito por Loïc Solaris & Arctika

Adaptado por Killcrom, Bardock, Genghis Khan, Yoshio, NappaSSJS, Kugan, Marcelo Pérez, Logan y Alice. Agradecimientos a Adrián_Traductor y King Suguru

¡Redescubre la historia de Dragon Ball Multiverse cargada de nuevos detalles y matices! Esta novela está confirmada como canon por Salagir, quien también ha incluido sus propias adiciones, las cuales no han sido vistas en el manga. Por lo tanto, ¡esta novela es un anexo casi necesario para todo fan de Multiverse!

This comic is on a break. The sequel will come soon...

Intro

Parte 0 :0
Parte 1 :12345

Round 1-1

Parte 2 :678910
Parte 3 :1112131415
Parte 4 :1617181920
Parte 5 :2122232425
Parte 6 :2627282930

Lunch

Parte 7 :3132333435

Round 1-2

Parte 8 :3637383940
Parte 9 :4142434445
Parte 10 :4647484950
Parte 11 :5152535455
Parte 12 :5657585960
Parte 13 :6162636465
Parte 14 :6667686970

Night 1

Parte 15 :7172737475
Parte 16 :7677787980
Parte 17 :8182838485
Parte 18 :8687888990

Round 2-1

Parte 19 :9192939495
Parte 20 :96979899100

Round 2-2

Parte 21 :101102103104105
Parte 22 :106107108109110
Parte 23 :111112113114115

Night 2

Parte 24 :116117118119120

Round 3

Parte 25 :121122123124125
Parte 26 :126127128129130
Parte 27 :131132133134135
Parte 28 :136137138139140
Parte 29 :141142143144145
Parte 30 :146147
[Chapter Cover]
Parte 20, Capítulo 100.

NECESITA ENCODEO

Año 425, en 16 universos diferentes del Torneo del Multiverso... estos eventos sucedieron.

Empezó en el planeta Konatsu, donde por primera vez creamos al poderoso monstro Hildegarn. Usando un ídolo local, le dimos vida al terrible demonio. Después, con su poder a nuestra disposición, estuvimos cerca de conquistar el universo entero... pero los Konatsus aún tenían artefactos conectados a este ídolo, y contraatacaro. Con la ayuda de dos músicos... dos hermanos... Tapion y Minosha, lograron cortar al monstro a la mitad y encerrarlo.

Peor aún, los músicos fueron entonces encerrados dentro de cajas y enviados a los confines profundos del espacio. Mi culto los buscó por decadas, milenios, generaciones incluso. Nuestra búsqueda tomó cientos de años. Los hijos de nuestros hijos dedicaron sus vidas a la búsqueda, moviéndose entre galaxia y galaxia. Y entonces, finalmente, los encontramos! Por fin encontramos las dos cajas musicales. Era el año 214, en uno de los territorios del príncipe Cold. Ahí fue cuando usamos nuestra magia para abrir una de las cajas, y funcionó. Pero la parte baja de Hildegarn mató a su huésped, Minosha. Francamente, la bestia estaba incluso fuera de nuestro control y sembró el caos por la mitad del planeta. Eventualmente, fuimos capaces de sellarlo, esta vez... su sello era nada más y nada menos que yo... Hoi!

Justo cuando nos preparabamos para abrir la otra caja musical, fuimos atacados por la armada de Cold. Al parecer, al Príncipe de los Demonios del Frío no le gustaba la idea de tener a la mitad de su planeta aniquilado. Yo fui el único que terminó con vida, ya que tenían miedo de que si me mataban, el monstro estaría libre. Entonces, me pusieron en una cámara criogénica. Estuve hibernando por lo que se supone que iba a ser para siempre. Pero por suerte, unos cientos de años después, alguien escapó de la prisión... y desperté. Durante la trifulca, huí de la prisión... empezando mi solitario viaje de nuevo. Años después, finalmente encontré la otra caja musical. Desafortunadamente, me di cuenta que no tenía la fuerza suficiente para abrirla. Simplemente no tenía el poder necesario!

En la mayoría de los universos, Hoi nunca encontró la manera de abrir la caja, muriendo solo y olvidado eventualmente. Sin embargo, en los universos 16 y 18, escuchó hablar de un dragón mágico en el planeta Tierra... Hubo una batalla y fue abatido. En el Universo 3, escuchó el rumor del gran Dr. Raichi y su genialidad, entonces buscándolo.

"Pero fui asesinado..."

"Ah, todo está claro ahora" Raichi dijo, levantando su mano hasta el pecho.

Repentinamente, los escombros caían sobre el doctor y Tapion era eclipsado por el enorme pie del gigante.

"Entonces..."

Hildegarn inmediatamente trató de aplastar al científico, quien simplemente activó su escudo. La barrera se mantuvo fuerte ante el poder de la criatura.

"Ahora," el doctor empezó, recogiendo la ocarina frente a él. "Lo primero que debemos de hacer es sellar las piernas." Un par de nuevos fantasmas aparecieron frente a él, reemplazando a los caídos.

"Devuélvemela!" gritó Tapion. "Sellaré a Hildegarn entero dentro de mí!"

"No me hagas reir" respondió el doctor. "Apenas y puedes contener la otra mitad."

"Pero..."

"Te he visto tocar una vez... será suficiente. Puede que no sea un músico, pero estoy seguro que puedo recordar una melodía tan simple como la que tocaste. Estoy cargando la canción a la memoria de los fantasmas mientras hablamos."

Raichi lanzó la ocarina a Hanasia.

"Bien, he recibido todos los datos de la melodía. Déjemelo a mí, Maestro Raichi."

Los otros tres Saiyajins estaban atacando a las piernas del monstro, pero uno de ellos ya había sido derrotado.

"Cuidado!" Hanasia gritó. "Somos los únicos sobrevivientes, así que traten de mantenerse vivos por un poco más de tiempo. Distraigan las piernas mientras toco esta melodía!"

"Estoy en eso, mamá!"

"Entendido" el otro Saiyajin melenudo, conocido como Gerkin, respondió.

Ambos lanzaron rayos de Ki hacia las piernas del monstro, de los cuales ninguno causó daño alguno.

"Que criatura tan resistente..."

"Le está... hablando a la otra mitad!" el músico abajo repentinamente susurró, cayendo de rodillas y tocándose las sienes.

"Puedes mantenerlo dentro, muchacho? Eso ayudaría mucho" Raichi dijo en calma, viendo a Tapion sufrir en el piso ante él.

"Cómo puede ser than veloz?" Gerkin gritó, estrechamente evitando la cola de la criatura. "Con el tamaño que tiene, esta cosa no debería ser tan ágil"

Tapion continuó tratando de mantener a Hildegarn dentro de él. Enhorabuena, el aura del monstro había empezado a expulsarse. Sería solamente una cuestión de tiempo. Finalmente, Hanasia empezó a tocar la melodía---el monstro se congeló en respuesta, su cola a unos cuantos centímetros de ensartar a Raditz.

"Por fin! Está perdiendo control! No estuvo tan mal..." Gerkin dijo.

Inesperadamente su cola latigueó por el aire, Gerkin apenas alcanzando a esquivarlo, y atacó a Hanasia. Por la sorpresa, tiró la ocarina, rechinando sus dientes furiosamente antes de desaparecer como el fantasma antes de ella lo hizo.

"Saiyajins inútiles..." Raicho dijo cruzado de brazos.

"Perdón..." Tapion dijo temblando, "pero... ya no puedo... contenerlo más tiempo!"

El músico había llegado a su límite, y la parte superior de Hildegarn fue liberada repentinamente. Un brazo entero se había materializado ya.

"Sabía que tenía que haber otra mitad" Raditz dijo.

"No se preocupen, lo tengo!" Gerkin respondió, recogiendo la ocarina. Una de las piernas de Hildegarn dio un pisotón a lado de él, apenas rosándolo.

"Jajaja! Nunca me tocarás, mons----"

— --Nunca terminó su oración, ya que la cola siempre peligrosa de Hildegarn lo impactó desde atrás.

"Eso es todo?" Raditz se rio a carcajadas. "Jajaja! Eres un verdadero elite, Gerkin!"

Pero un segundo después Raditz se dio cuenta de la cabeza de Hildegarn, que se materializaba justamente frente a él. Por un lado, era el único Saiyajin sobreviviente---algo que su orgullo no podía ignorar! Que humillante sería para los demás, pero por otro... en todo lo que podía pensar era en el terrible monstro formándose frente a él.

"Espera..." parpadeó. "Dónde está esa cosa musical?"

"Esto es malo" Raichi observó, el monstró gruñendo mientras continuaba. "Debería invocar a más guerreros fantasmas."

"Maldición! Es que acaso no piensan?" Raditz dijo con una sonrisa. Había encontrado la ocarina y al mismo tiempo había ganado un grado de altitud elevada. "Esta cosa no puede volar!" agregó unos segundos después.

Su observación parecía ser correcta, ya que Hildegarn no estaba volando tras él.

"Yeah, manténte abajo, insecto miserable."

Después, Raditz levantó la ocarina hasta su boca y empezó la melodía musical, que sonaba a la perfección. En segundos, las dos mitades habían desaparecido. La mitad inferior había sido absorbida por Raditz, mientras la mitad superior regresó a Tapion. Raditz estaba inmensamente complacido de su trabajo, además de ser el único sobreviviente. Finalmente, dejo de tocar, sosteniendo al instrumento frente a él por un segundo antes de mostrar una cara disgustada.

"Esperen... YUCK! Es como si hubiera besado a mi propia madre!"

Abajo, todo entre las ruinas estaba finalmente en calma.

"Funcionó!" dijo Tapion. "La mitad superior a regresado dentro de mí." Parecía estar simultáneamente sorprendido y más seguro.

"Bien... muy bien" Raichi dijo.

Tapion rapidamente continuó. "Tratará de escapar nuevamente, volviéndose más y más fuerte cada vez."

"Seguro que tenemos algunas horas" el científico respondió. "Déjame tratar de ingeniar algo..."

Justo como dijo, el Dr. Raichi fue capaz de hacer varias alteraciones a la caja musical. La convirtió en un artefacto portátil que aún funcionaba a la perfección. Tapion ahora era completamente libre de continuar su vida sin tener que preocuparse de la amenaza constante del monstro escapando. Unos días después, el fantasma de Raditz desapareció, liberando la parte inferior de Hildegarn. A tal punto, Tapion fue capaz de sellar a la criatura totalmente dentro de él.

"Entonces, qué planeas hacer hijo?" Raichi preguntó.

"No sé... realmente..." el músico empezó. "Mi hermano menor fue asesinado... hoy en día serían siglos atrás. Incluso si regresara a mi planeta natal, nada sería lo mismo."

"Hmmm. Conozco esa sensación." el doctor comentó. "No importa lo que hagamos, no podemos revivir a los muertos."

"Sí."

Pero la vida siguió... y los años pasaron. El tiempo cura todas las heridas, especialmente esas de la gente de buen corazón. Y así, Tapion viajó muy lejos, haciendo muchos amigos. A Raichi era a quien él más visitaba, compartiendo una comprensión única el uno del otro. Por un tiempo, Tapion resintió la pérdida de su hermano menor... pero su dolor eventualmente se disipó. El músico volvió a ser feliz de nuevo.

Raichi, sin embargo, fue el que nunca pudo abrir su corazón---y entonces jamás encontró paz. La venganza no sació su odio, y su ira contra los Saiyajins permaneció. Día tras día el científico se sentaba solitario en su frío laboratorio. Cuando Tapion visitaba, el doctor estaba tan distante como siempre, como si no hubiese hecho nada en todo el día. Ocasionalmente trataba de avanzar su investigación, siendo usualmente sorprendido por resultados que aún no podía comprehender. Pero eso era todo.

Un día, Tapion reconoció una de las pantallas de Raichi. Era un mapa del universo entero, pero varios mundos deshabitados estaban marcados con un punto.

"Estás buscando algo?" Tapion preguntó.

"Alguien" Raichi respondió.

Con alguien como Raichi, Tapion sabía que tendría que preguntar más, ya que su amigo era la cosa más contraria a un hablador.

"Entonces, quién es?" el músico continuó, ya acostumbrado a este tipo de conversación.

"Un Saiyajin"

"Qué? Uno sobrevivió después de todo este tiempo? Eso es horrible! Ha continuado asesinando personas!?"

Raichi volteó a ver a su único amigo... que ingenuo podía ser a veces. Si el último Saiyajin vivo estuviera asesinando gente a millares, sería muy fácil de localizar.

"No, está escondido. Me tiene miedo."

"Ja! Sabes algo?" Tapión dijo con una sonrisa.

"Qué?"

"Solo estando sentado aquí en tu laboratorio, estás funcionando como un guardián del universo. Continuas siendo un héroe, Dr. Raichi."

Tapion había tratado por años de hacer a su amigo sonreír, aunque se daba cuenta que las oportunidades para esto eran casi cero. Como siempre, Raichi no hizo nada más que mirar directamente a la pantalla.

"Buscaré por todo el universo," Raichi pensó "No descansaré hasta que el último Saiyajin haya sido exterminado para siempre."

Entonces un día, de la nada, nuevos visitantes llegaron al planeta de estos dos héroes. Raichi, por supuesto, ya los había detectado gracias a sus múltiples scanners dispersados por todo el universo. Tapion y su amigo abandonaron el laboratorio juntos para recibir a la visita. Los reportes del científico no designaron a la nave como una amenaza, ya que no poseía armas, pero sin embargo mantuvo la cautela.

La nave aterrizó, su cima a cincuenta metros de altura. Los Vargas y Nameks desembarcaron. Ambas especies eran familiares para Raichi, pero nunca se hubiera imaginado verlos juntos... especialmente en una nave tan única. Sus sensores reportaron como su vehículo aparentemente apareció de la nada como por arte de magia, y la presencia de esas dos especies en particular era una buena explicación...

La tripulación de la nave parecía amigable, y se presentaron inmediatamente. Después de unos cuantos minutos, ya todo estaba esclarecido.

"Entonces, si gano este torneo, podría desear revivir a mi pequeño hermano?" Tapion preguntó al haber oído la explicación de uno de los Vargas sobre las reglas del torneo.

"Sí, por supuesto."

"Increíble! Bueno, entonces me gustaría participar!" el músico dijo. "Y con Hildegarn a mi lado" pensó, "Tengo buenas oportunidades."

"Bien" el varga dijo "Y usted señor?"

"No, gracias."

"Por qué?" Tapion le preguntó "Eres mucho más fuerte que yo, y puedes usar tus fantasmas." Tan pronto como lo dijo, internamente se percato de algo "De hecho, si participa, no hay forma de que yo pueda ganar!"

"Ya he cumplido mi objetivo. No hay nada más para mí ahora" dijo. En el fondo de su mente, una voz susurró "Casi... solamente un hombre."

"Qué lástima" dijo el Varga

"Ah, ya veo" Tapion dijo volteando a ver al organizador. "Entonces, quién más participará en este torneo?"

"Mhmhmh, no puedo decir con seguridad ya que ustedes son de los primeros que hemos visitado. Pero ya tenemos a los Kaioshins. Y de acuerdo a nuestros cálculos, podemos esperar a los Demonios del Frío, a los Saiyajins..."

Aún estaba ocupado revisando su lista cuando Raichi repitió.

"Saiyajins? Habrá Saiyajins?"

"Por supuesto. Están hechos perfectamente para el combate, son fuertes y les encanta pelear. Es casi un hecho que habrá Saiyajins de muchos universos diferentes participando."

"Entonces me retracto de mi anterior declaración" Raichi dijo. "Pueden incluirme en el torneo."

"Muchos Saiyajins... con vida!" pensó. "Al participar tendré la oportunidad de eliminarlos a todos! Mataré a todos, en todos los universos! Ganar este torneo podría hasta permitirme pedir un deseo..."

"En serio?" Tapion preguntó, habiendo repentinamente perdido toda la esperanza de ganar el torneo.

"Sí. Parece que aún no he cumplido mi objetivo después de todo."

"Vale, no se que vayas a desear, pero también eres una buena persona. Espero que cumplas tu deseo también."

"Buena persona eh?" Raichi susurró "No realmente..."

"Qué dijiste?"

"Ah, nada, olvídalo"

"Bueno entonces. Demos lo mejor de nosotros para que nuestros deseos sean cumplidos" el músico dijo.

"Lo haré"

"Caballeros," el Varga dijo. "Si ya están listos para abordar, abandonaremos inmediatamente."

Los dos héroes estaban ansiosos de empezar, y se acomodaron en el vehículo cómodamente. Momentos después, la nave traspasó la atmósfera. Después de estar un poco en la órbita, una voz habló a través de los altavoces de la nave.

"Encontramos otro planeta. Nuestra llegada a la arena será un poco retrasada..."

"Otro planeta?" Raichi pensó. "Eso significaría otro guerrero... podría ser... el Saiyajin?!"

Lo que Raichi no sabía era que el Saiyajin que había buscado por años ya estaba a bordo, escondido del científico por voluntad de Bardock. Él había sido el primer guerrero del universo 3 que contactaron los Vargas.

Bardock se había escondido por años. Desde que aprendió a controlar su nivel de energía, continuamente la suprimía hasta llegar a cero---Los robots de Raichi estaban por doquier, no estaba de más ser precavido. Como alguien que trataba de mantener el bajo perfil, normalmente hubiera estado sorprendido de ver una nave dirigida directo a donde él estaba. En este caso, sin embargo, había estado esperando a la nave por semanas. La había visto en una de sus visiones, su única y última oportunidad de acabar con la enemistad de décadas entre él y Raichi.

Incluso sabía totalmente que Raichi planeaba participar. Sabía también que los Vargas buscarían a un Namek de la tierra. Entonces, el anuncio de una parada no programada no fue ninguna sorpresa para él.

Raichi, por otro lado, estaba pacientemente esperando por la llegada del nuevo guerrero. Obviamente estaba esperando que sería Bardock, pero fue decepcionado cuando supo que solamente era un Namek llamado Picoro Daimaku el Rey de los Demonios. Por favor! Era un guerrero poderoso en comparación del resto del universo, pero no lo suficientemente fuerte para competir contra él, o incluso Tapion.

Entonces, el "gran héroe" Raichi fue forzado a esperar hasta la llegada al torneo... sólo ahí conocería a esos Saiyajins de distintos universos, si es que estarían del todo!

Dentro del estadio había una sala específica del area del universo 3. Adentro había cuatro puertas distintas.

"Cada una lleva a un cuarto individual" el Varga que los acompañaba dijo.

El Namek parecía satisfecho de escuchar eso, inmediatamente encerrándose dentro de uno de los cuartos. Tapion y Raichi escogieron un cuarto para cada quien, pero el último permaneció obviamente vacío... en cualquier caso, se asumía que sólo había tres competidores.

Al entrar Raichi a la arena, volteando a ver a su izquierda, vio a varios extraños y graciosos personajes. Ningún Varga pudo decirle de dónde provenían. Más a su izquierda estaban los dioses, incluyendo al Kaioshin que estaba participando. Por sí sola esa ya era una gran diferencia con el mundo que conocía, en el cual Raichi solamente conocía de la existencia de un Kaioshin.

Entonces, esperó para que todos los espacios se llenaran.

No mucho después, un extraño ser con piel totalmente rosada apareció, dándole una sonrisa fría. Las máquinas analíticas de la esfera de Raichi hicieron lo mejor que pudieron para descubrir lo que era, sin éxito. Fuera lo que fuera, no estaba compuesto de células pero tampoco era una máquina. Era un misterio.

Después, un hombre viejo de una especie totalmente desconocida para el doctor arrivó al universo 5. Echó un breve vistazo a la arena antes de retirarse a su cuarto. Ahora había 5 diferentes universos representados y sólo dos de ellos tenían más de un participante compitiendo. Por supuesto, el bizarro segundo universo tenía a varios y su propio universo 3, pero eso era todo.

Las cosas empezaron finalmente a cambiar con la llegada del universo 6. Siete individuos, cinco de ellos pronto salieron de su dormitorio. Entre ellos había dos grupos distintos, ambos de especies familiares para Raichi. Tres de ellos eran monstros, Jaykals con poderes impresionantes, versiones anormales de su especie. Los otros cuatro, todas humanoides, pertenecían a un planeta insignificante... sin nada destacable, excepto por sus poderes espirituales mágicos.

Después, una vez más, un solo participante emergió. Del Universo 7, un enorme Namek llegó---masivo en cuanto a tamaño y poder bruto. "Este será un oponente muy dificil" Raichi se dijo a sí mismo.

Del universo 8, arrivó una tropa entera. Los Demonios del Frío, además de un pequeño contingente de sus fuerzas, había ahora emergido de su balcón designado. "Bueno bueno...." Raichi habló. Este grupo claramente tenía poco valor para los ojos del Dr. Raichi.

Después de ellos llegó el grupo del universo 9, humanos del planeta Tierra. "OK..." Raichi pensó, comenzando a tener dudas. Parecía que los Saiyajins que le habían prometido no aparecerían después de todo. Empezó a preguntarse si incluso sería bueno continuar esperando. Y ahí fue cuando llegaron...

Un grupo entero de Saiyajins del universo 18 arrivaron. Había una docena de Saiyajins...

Poco después, Raichi aprendería que esto era solamente el comienzo. En cualquier caso, el universo 10 sería su primer víctima... y no había necesidad de esperar hasta el final del torneo. Un fantasma lo suficientemente poderoso, propiamente preparado, podría manejar esa tarea facilmente...

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PART TWENTY: TWO GREAT HEROES

Chapter 100

Translated by npberryhill

Age 425, in 16 different universes of the Multiverse Tournament...these events happened.

It began on planet Konatz, when we first created the powerful monster Hildegan. Using a local idol, we gave life to the terrible demon. Then, with its power at our disposal, we were close to conquering the entire universe...but the Konatzians still had artifacts linked to this idol, and they fought back. With the help of two musicians...two brothers...Tapion and Minoshia...they managed to cut our monster in half and seal it away.

Even worse, the musicians themselves were then sealed into the boxes and sent into the deep reaches of space. My cult searched for decades, millennia...generations even. Our quest took hundreds of years. Our children’s children devoted their lives to the pursuit, continuing to move from galaxy to galaxy. And then, at last, we found them! We’d finally discovered the two music boxes! It was Age 214, in one of Prince Cold’s territories. That’s when we used our magic to open one of the boxes—and it worked. But the lower half of Hildegan killed its host, Minoshia. Truthfully, the beast was out of even our control, and rampaged across half the planet. Eventually, we were able to reseal it—this time, its host was none other than...Me! Hoi!

Just as we were preparing to unseal the other music box, we were attacked by Cold’s army. The Frost Demon Prince didn’t much like having half of his planet annihilated, it seemed. I was the only one left alive, as they feared killing me would also free the monster inside. Instead, they placed me into a cryogenic sleep. I was in hibernation for what was intended to be forever. But by chance, a few hundred years later, someone broke out of the prison...and I was awakened. During the commotion, I fled the prison...beginning my lonely quest once again. Years later, I finally found the other music box. Unfortunately though, I realized I didn’t have the strength to open it of my own accord. I simply didn’t have enough power!

In most universes, Hoi never found the means to open the box, eventually dying alone and forgotten. However, in universes 16 and 18, he heard about a magical dragon on planet Earth... There was a battle and he was killed. In universe 3, he heard rumor of the great Dr. Raichi and his genius, thus seeking him out.

“But I was killed”

“Ah, it’s all clear now,” Raichi said, raising his hand to his chest.

Suddenly, the rubble tumbling towards the doctor and Tapion was overshadowed by the giant’s enormous foot.

“So...”

Hildegan immediately tried to crush the scientist, who merely activated his shield. The barrier stood strong against the creature’s might.

“Now,” the doctor began, picking up the ocarina in front of him, “the first thing we must do is re-seal the legs.” A few new ghosts appeared in front of him, replacing the fallen.

“Give it back!” Tapion cried. “I’ll take all of Hildegan inside of me!”

“Don’t make me laugh,” the doctor replied. “You can barely contain the other half.”

“But...”

“I’ve heard you play once...it’ll be enough. I may not be a musician, but I’m certain I can recall a melody as simple as the one you were playing. I’m loading the song into the ghosts as we speak.”

Raichi tossed the ocarina to Hanasia.

“Alright, I’ve received all data on the melody. Leave it to me, Master Raichi.”

The other three Saiyans were currently attacking the monster’s legs, but already one of them had been defeated.

“Careful!” Hanasia yelled. “We’re the only survivors, so try to stay alive at least a little longer. Distract the legs while I play this melody!”

“I’m on it, Mom!”

“Understood,” the other long-haired Saiyan, known as Gerkin, answered.

They both fired Ki beams at the monster’s legs, neither of which did any damage.

“What a resilient creature...”

“It’s...calling to the other half!” the musician below suddenly whispered, falling to his knees and grasping his temples.

“Can you keep it contained, boy? That would help a lot,” Raichi calmly said, watching Tapion suffer on the ground before him.

“How can it be so fast?” Gerkin cried, narrowly avoiding the creature’s tail. “As huge as it is, this thing should not be so agile”

Tapion continued struggling to keep Hildegan inside of him. Already, the creatures aura had begun seeping out. It would only be a matter of time. Finally, Hanasia began playing the melody—the monster froze in response, its tail mere inches away from impaling Raditz.

“Finally! It’s losing control! That wasn’t too bad...” Gerkin said.

Suddenly its tail whipped through the air, Gerkin narrowly managing to dodge it, and attacked Hanasia herself. In surprise, she dropped the ocarina, gritting her teeth angrily before vanishing as the ghosts before her had.

“Useless Saiyans...” Raichi said, arms crossed.

“Sorry,” Tapion said, shivering, “but...I can’t contain it...any longer!”

The musician had reached his limit, and the top half of Hildegan was suddenly released. An entire arm had already materialized.

“I knew there had to be another half,” Raditz said.

“Don’t worry, I’ve got it!” Gerkin replied, having just retrieved the ocarina. One of Hildegan’s legs smashed down beside him, barely missing.

“Haha! You’ll never touch me, you—”

—He never finished his sentence, as Hildegan’s ever dangerous tail struck right through him from behind.

“That’s it?” Raditz laughed aloud. “Ha ha ha! You’re a true elite, Gerkin!”

But a second later Raditz caught his first glimpse of Hildegan’s head, which was materializing just in front of him. On one hand, he was the sole surviving Saiyan—something his pride couldn’t ignore! How humiliating it would be for the others, and yet...all he could think about was the horrible monster forming in front of him.

“Wait,” he fumbled. “Where’s that music thingy?”

“This is bad,” Raichi observed, the monster shrieking loudly even as he spoke. “I should call more ghost warriors.”

“Damn! Don’t you guys ever think?” Raditz said with a grin. He’d found the ocarina and at the same time had gained a good deal of altitude. “This thing can’t fly! How about that?” he added a second later.

His observation seemed accurate, as Hildegan was not flying after him.

“Yeah, stay down there, miserable insect.”

Next, Raditz raised the ocarina to his lips and began the musical melody, which he played to perfection. Within seconds, the two halves disappeared. The bottom half had been drawn into Raditz, while the upper half returned to Tapion. Raditz was immensely pleased with his handiwork, in addition to being the sole remaining survivor. Finally, he stopped playing, holding the instrument out in front of him for a second before making a disgusted face.

“Wait...YUCK! It’s like I just kissed my own mother!”

Down below, everything amongst the ruins was finally calm.

“It worked,” Tapion said. “The upper half has returned inside of me.” He seemed both surprised and reassured.

“Good...very good,” Raichi said.

Tapion quickly continued though. “It will try to escape again, getting stronger each time.”

“I’m sure we have a few hours,” the scientist replied. “Let me work something out.”

Just as he’d said, Dr Raichi was able to make several alterations to the music box. He made it into a portable device, which still worked perfectly. Tapion was now perfectly free to go about his life without having the constant threat of the monster escaping. A few days later, ghost Raditz disappeared, releasing the bottom half of Hildegan. At which point, Tapion was able to seal the entirety of the creature inside of him.

“So, what are you planning to do now, son?” Raich asked.

“I...don’t really know...” the musician began. “My little brother was killed...by now it would have been centuries ago. Even if I returned to my home planet, it wouldn’t be the same.”

“Hmm. I know the feeling,” the doctor commented. “No matter what we do, we cannot bring back the dead.”

“Yeah.”

But life went on...and the years went by. Time heals all wounds, especially those of good-hearted people. And so, Tapion traveled afar, making many friends. He visited Raichi most of all, the pair of them sharing a unique understanding of one another. Over time, Tapion mourned the loss of his younger brother...but his pain eventually subsided. The musician was even able to become cheerful once again.

Raichi, however, was one who would never open his heart—and thus could never find peace. Revenge does not quench one’s hatred, and so his wrath towards the Saiyans remained. Day after day the scientist sat alone in his cold laboratory. When Tapion would visit, the doctor was as distant as ever, like he did nothing all day long. Occasionally he would try to further his own research, usually being stumped by results he could not yet understand. But that was all.

One day, Tapion recognized one of Raichi’s display screens. It was a map of the entire universe, but several uninhabited worlds had been marked with a point.

“Looking for something?” Tapion asked.

“Someone,” Raichi replied.

With Raichi, Tapion knew he’d have to inquire further, as his friend was the furthest thing from a wellspring of information.

“So, who is it?” the musician continued, by now quite used to this type of conversation.

“A Saiyan.”

“What? One of them has survived all this time? That’s horrible! Has he continued killing people!?”

Raichi turned to his only friend...how naive he could be sometimes. If the last Saiyan alive was out there killing people, he’d have been easy to track down.

“No, he’s in hiding. He’s afraid of me.”

“Hah, what do you know!” Tapion said with a smile.

“Know what?”

“Just by staying here in your lab, you’re serving as a guardian of the universe. You continue to be a hero, Dr Raichi.”

Tapion had been trying for years to make his friend smile, though he realized his chances from the beginning were near zero. Again as always, Raichi did nothing but turn his head to the screen.

‘I will scour the entire universe,’ Raichi thought. ‘I will not rest until the last of the Saiyan race has been exterminated for good.’

Then one day, out of the blue, new visitors came to the planet of these two heroes. Raichi had, of course, detected them thanks to his many scanners scattered throughout the universe. Tapion and his friend left the lab together to accommodate their arrival. The scientist’s scans had not designated the vessel as a threat, as it had no weapons, but he was careful nonetheless.

The ship landed, it’s hull standing fifty meters high, and the Vargas and Nameks disembarked. Both species were well known to Raichi, but he’d never seen them together...especially in such a unique vessel. His sensors had reported how their vessel seemingly appeared out of nowhere by magic, and the presence of those two species in particular was a good explanation...

The ship’s crew seemed quite friendly, and presented their business immediately. Within a few minutes, everything had been made clear.

“So, if I win this tournament, I could make a wish to revive my little brother?” Tapion asked, having heard a Varga’s explanation of the multiverse tournament’s principles.

“Yes, of course.”

“Incredible! Well then, I’d love to participate!” the musician said. ‘And with Hildegan on my side,’ he thought, ‘I probably have a good chance.’

“Alright,” the Varga said. “And you, sir?”

“No, thank you.”

“Why?” Tapion asked. “You’re much stronger than me, and you can use your ghosts.” As soon as he spoke, he inwardly realized something. ‘In fact, if he participates, there’s no way I’ll win.’

“I’ve reached my goal. There is nothing left for me to accomplish now,” he said. In the back of his head, a voice echoed. ‘Well almost...just one man.’

“Too bad,” the Varga said.

“Oh, I see,” Tapion said, turning back to the organizer. “So, who else is involved in this tournament?”

“Hmm, I can’t say for sure as you are among the first we’ve visited. But we already have the Kaioshins. And, according to our simulations, we can expect the Frost Demons, the Saiyans...”

He was still busy scrolling on his device when Raichi suddenly repeated him.

“Saiyans? There are actually Saiyans?”

“Of course. They’re built perfectly for combat, are strong, and love to fight. It’s a good bet that Saiyans from many different universes will want to participate.”

“Then, I take back my previous statement,” Raichi said. “You may include me in the tournament.”

‘Many Saiyans...still alive!’ he thought. ‘By participating, I’ll have the chance to eliminate all of them! I’ll kill every last one, in every last universe! Winning this tournament might even allow me to make it a wish...’

“Really?” Tapion asked, who suddenly felt like he’d lost all hope of winning the tournament.

“Yes. It seems I haven’t completely achieved my goal after all.”

“Well, I don’t know what your wish is, but you’re a good person too. I hope your wish comes true as well.”

“Good person, huh?” Raichi whispered under his breath. “Not really...”

“What did you say?”

“Oh, nothing, never mind.”

“Alright then. Let’s do our best, so we can both get our wish fulfilled,” the musician said.

“I will indeed.”

“Gentlemen,” the Varga said. “If you’re ready to board, we’ll leave immediately.”

The two heroes were both eager to begin, and settled in to the vessel comfortably. Moments later, the ship took off into the atmosphere. After a brief stint in orbit, a voice came over the loudspeakers throughout the ship.

“We’ve found another planet. Our arrival at the arena will be slightly delayed...”

‘Another planet?’ Raichi thought. ‘That means another warrior...could it be...the Saiyan?’

What Raichi did not know was that the Saiyan he’d sought for years was already on board, hidden from the scientist by Baddack’s request. He’d been the first warrior contacted by the Vargas from universe 3.

Baddack had been in hiding for years. Since learning to control his energy level, he’d learned to continually suppress it down to zero—Raichi’s robots were everywhere, he couldn’t be too careful. As someone trying to stay under the radar, he would have normally been surprised to see a ship headed straight for him. In this case, however, he’d been waiting on the vessel for weeks. He had seen in one of his visions an event coming which would surely be his one and only chance to settle the decade old feud between him and Raichi.

He even knew full well that Raichi was planning to participate. He knew the Vargas would also seek out a Namekian from Earth. Thus, the announcement of an unscheduled stop was no surprise to him.

Raichi, meanwhile, had been waiting patiently for the arrival of the new warrior. He’d obviously been hoping it was Baddack, but was disappointed to find only some Namek named The Great Demon King Piccolo. Come on! He was a powerful adversary compared to the rest of the universe, but not strong enough to defeat him, or even Tapion for that matter.

So, the “great hero” Raichi was forced to wait until they arrived at the tournament...only then would he meet these Saiyans from different universes, if there would be any at all!

Within the stadium there was a specific hallway leading to the so-called area of universe 3. Inside were four different doors.

“Each one leads to an individual apartment,” the Varga who accompanied them said.

The Namekian seemed pleased to hear that, immediately locking himself inside one of them. Tapion and Raichi each chose an apartment to themselves, but the last one remained obviously empty...in any case, it was assumed there were only three competitors.

As Raichi entered the arena, turning first to his left, he found several strange and quirky characters. No Varga could tell him where they’d all come from. Further to his left there were the gods, including the Kaioshin who was participating. That alone was a huge difference from the world he knew, in which Raichi was aware there was only one Kaioshin.

Thus, he began waiting for each space to fill up.

Not long after, to his right, a strange being with entirely pink skin appeared, giving him a sly grin. The analytical machines within Raichi’s ball did their best to figure out what he was, but were unsuccessful. Whoever it was was not composed of cells, but neither were they a machine. It was quite the mystery.

Next, an old man of a species completely unknown to the doctor arrived from universe 5. He had looked around the arena briefly before deciding to retire to his apartment. There were now 5 different universes represented and only two of them had more than a single fighter competing. Of course, the wacky second had several and his own universe the 3rd, but that was it.

Things finally changed with the arrival of universe 6. Seven individuals, five of them participants soon came out of the dormitory. Among them were two different groups, both species Raichi was familiar with already. Three of them were monsters, Jaykals with tremendous power, clearly abnormal versions of their species. The other four, each humanoid, were from an insignificant planet...completely unremarkable, except for their high spiritual and magical energies.

Next, once more, a single participant emerged. From universe 7, an enormous Namekian arrived—massive both in size and in sheer power. ‘This one will be a very difficult opponent,’ Raichi thought to himself.

From universe 8, there arrived an entire troop. The Frost Demons, as well as a small contingent of their forces, now emerged into their designated balcony. ‘Well, well...’ Raichi grumbled. This group was clearly of little value in Dr Raichi’s eyes.

After them came the group from universe 9, humans from planet Earth. ‘Okay...’ Raichi thought, beginning to have doubts. It seemed the Saiyans he had been promised might not show after all. He began wondering if it would be worth it to even continue waiting. And that’s when they came...

An entire group of Saiyans from universe 10 arrived. There were dozens of Saiyans...

Soon after, Raichi would learn that this was just the beginning. In any case, universe 10 would be his first target...and there was no need to wait until the end of the tournament. A powerful enough ghost, properly prepared, could handle the task with ease...

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