El ataque del dragón

PARTE 3-3

Traducido por Alice

Estalla el golpe del dragón: Si Trunks no puede, ¿Quién lo hará?

Los golpes de Vegetto no podían matar al monstruo, todo lo que logran era rodearlo y golpearlo para confinarlo a una parte de la ciudad. Cada vez que se transformaba en humo, Vegetto se encontraba en el lugar donde aparecería para recibirlo con un golpe. Podía hacerlo por horas, pero no ganaría nada.

Entonces decidió pedir ayuda.

Vegetto formo una imagen mental de Piccolo en su cabeza para poder contactarlo telepáticamente. Así era como funcionaba, Son Goku había usado ese método con Krilin para evitar que matara a Vegeta, los peleadores de la tierra vagamente comprendían como era posible, su efectividad incrementaba si el usuario tenía un vínculo especial con el receptor o si este estaba listo para escuchar... también cuando se encuentran a corta distancia. Goku había llamado a Krillin, Piccolo a Gohan, y Vegetto había llamado a sus hijos.

Piccolo estaba muy lejos y su vínculo con Vegetto estaba reducido considerablemente. Cuando por fin se las arreglaron para lograr el contacto, entendió que Piccolo estaba deseando escucharlo. Este último estaba concentrado en la escena desde hace mucho.

— Piccolo, usa tus ojos divinos. Tenemos que encontrar al mago.

— Vegetto ¿qué crees que estoy haciendo? ¿Recogiendo hongos?

El antiguo dios de la Tierra se encontraba en el borde de su santuario, escaneando todo el planeta con detalle. Sus ojos eran capaces de rodear cualquier objeto y ver incluso a través del agujero más pequeño. Este poder lo había convertido en el mejor voyeur, desafortunadamente no captaba nada. No había sonido, ni detectaba nada a la vista. Por ejemplo, le había tomado horas encontrar a Cell. Pero ahora sabía que el mago no estaba lejos.

Piccolo no estaba exactamente en el borde del santuario: se encontraba en una alfombra voladora del tipo oriental, a algunos metros del templo. A su lado se encontraba el nuevo dios de la tierra, escaneando el mundo también.

Los dos Namekianos quienes devotamente dedicaban su vida a la seguridad del planeta, escaneaban una y otra vez bajo la mirada de su sirviente, Mr. Popo.

Los ojos de Piccolo se abrieron ampliamente. Al siguiente segundo, empujo a Dende fuera de la alfombra y uso su principal función. En realidad, la alfombra mágica podía aparecer instantáneamente en cualquier lugar del planeta. Nadie sabía porque no habían permitido que Goku la usara para ir del templo al campo de batalla donde Vegeta y Nappa masacraban a sus amigos.

Piccolo se encontraba bajo una pila de escombros. La alfombra estaba enredada entre concreto y barras de hierro. Por suerte, el Namekiano no tuvo problemas al empujar algunas toneladas de escombro que lo aplastaban. Bueno, ¡él no era tan delgado como la alfombra!, justo enfrente de él se encontraba Hoi, quien estaba acostado en un espacio pequeño. Hoi se giró sorprendido.

Piccolo no hacia las cosas a medias.

Un golpe fue suficiente para matar a Hoi. El Namekiano había aprendido de sus errores: los parásitos eran bastante resistentes. Cortarlos por la mitad no era suficiente. El destruyo el cuerpo entero del mago y todo el concreto que los rodeaban con una bola de energía. Si tenían preguntas para él, solo había que ir a verlo en la fila de muertos que esperan ver a Enma.

Vegetto se percató de la llegada de Piccolo.

— ¡Maravilloso!

También vio la explosión y entendió que el mago estaba muerto.

— ¡Perfecto!

Eventualmente sintió que sus golpes no tenían resultado.

— ¡Mierda!

Trunks dejo a Tapion en el techo de un edificio que aún estaba en pie. Estaban algunos cientos de metros donde Vegetto se encontraba luchando con el demonio. Tapion empezó a tocar inmediatamente.

Hirudegarn empezó a gritar de dolor y giro en todas direcciones. Miro a un lado y encontró la fuente de su dolor, escupió una gigante llamarada de fuego en dirección a Tapion.

Trunks se posiciono en frente del músico y creó un escudo esférico. Las llamas pasaron por los bordes y unos segundos después, el escudo desapareció porque Trunks no era capaz de mantenerlo por mucho tiempo. Pero había sido suficiente. Tapion no había dejado de tocar y el gigante gritaba de dolor al tiempo que se rompía en pedazos. De repente los fragmentos se convirtieron en humo y entraron dentro del cuerpo de Tapion.

Debido al esfuerzo que requerido, el músico cayó de rodillas.

— ¡Bravo Tapion! Exclamo Trunks.

Pero Tapion estaba sudando a chorros y entendió que no sería capaz de retener el cuerpo completo del demonio en su cuerpo. Desenvaino su espada y se la ofreció al Saiyano.

— ¡Trunks! ¡Tienes que hacerlo! Usa esta espada... y elimina a ese demonio mientras se encuentra dentro de mi cuerpo.

— ¿Qu...Qué?

Los ojos tristes de Trunks se llenaron de lágrimas. ¡Tapion le estaba pidiendo que lo matara!

Vegetto apareció no muy lejos de ellos.

— ¿Quieres que yo lo haga? Pregunto su padre.

Trunks no dijo nada cuando agarro el mango de la espada. Esa arma, digna de un héroe... el soñaba con eso. Y ahora...lucia como un instrumento de muerte, un poco como una pistola.

— ¡No quiero que mueras! ¡Eres mi amigo! Dijo llorando.

— Tienes que hacer sacrificios para ser un héroe. Dijo Tapion.

Trunks levanto la espada por encima de su cabeza. Su vista estaba borrosa por las lágrimas.

Tapion le sonrió y lo miro a los ojos.

— Gracias. Le dijo.

Trunks cero sus ojos y dirigió la espada hacia su héroe.

— ¡AAAAAAAAHHHHHHHH!

— *DUM-TUM*

Una especie de explosión envolvió a Tapion. Una gran energía salió de repente, deteniendo el trayecto de la espada. Tapion levanto la ocarina, pero esta se cuarteo en su mano y cayó en pedazos.

Hirudegarn escapo. Se las ingenió para liberarse el mismo de la cautividad de la flauta. Y esta vez, era por siempre. Tapion lo miro desesperado.

En cuanto a Trunks, hizo lo que tenía en mente desde el principio. Voló a toda velocidad dirigiéndose al monstruo, con un rastro de chispas amarillas también. Un golpe transversal de la espada le hizo una herida al monstruo en el torso. Hirudegarn grito de dolor. ¡Lo habían herido! Esa espada... ¡el monstruo era vulnerable a ella!

Vegetto no podía dejar de sonreír, él estaba en lo correcto. No había ningún motivo para encerrar a un monstruo que siempre se las ingeniaba para escapar. Tenían que matarlo. Debido a que los habitantes de Konatsu eran débiles necesitaban reducir la fuerza del monstruo con las ocarinas para lastimarlo. Pero los Súper Saiyanos de la tierra valían al menos dos o tres docenas de las ocarinas.

Trunks voló de nuevo hacia el monstruo incrustando la espada desde la hoja hasta el mango en la espalda, rugió de dolor nuevamente. Saco la espada, incrementando el poder de su aura, acuchillándolo otra vez. Entonces, fue tomado por sorpresa cuando la cola del monstruo lo golpeo y lo estrello contra el suelo. Se levantó, muy molesto y sin sentir ningún dolor. Esquivo los brazos del gigante volando hacia su cabeza. Esquivo una llamarada. Para un Saiyano como él, parecía muy lento. Y con un golpe bien dirigido de la espada, corto la cabeza del monstruo.

— ¡He he! rio Vegetto. El humo ya no parece ser tu punto fuerte, ¿me equivoco? ¡Felicidades Trunks! Grito a su hijo. Aléjate ¡yo lo acabare!

Trunks lo tomo mal, pero el sabia, que incluso aunque lo cortara en partes pequeñas el monstruo seguiría con vida. Entonces, como no se atrevió a desobedecer a su padre, se apartó del camino.

Vegetto se concentró un minuto y lanzo un destructivo ataque sobre el distrito completo. Todo lo que se encontraba alrededor fue completamente destruido, desintegrado. Era como si alguien hubiera pasado la aspiradora por el lugar, pero había sido una gran, una realmente grande aspiradora. Era una versión más grande e improvisada de un ataque que uso para matar a Buu.

Los espectadores se quedaron boquiabiertos ante ese gran tornado blanco.

Hirudegarn había sido derrotado.

En otro universo, año 214, en un planeta al norte de la galaxia.

Una maquina apareció en el cielo. Esa extraña cabina aterrizo y se abrió. Apretados, Vegetto, Tapion y Trunks salieron de la máquina, tomando un gran respiro.

— ¡Phew! dijo Vegetto. Bulma debería agregarle algunos asientos a esa cosa.

— No me quejare. Dijo Tapion. Esa mujer es un genio, puede construir maquinas realmente impresionantes.

— ¡Esa es mi mama! Dijo Trunks orgulloso tomando la espada, la cual estaba en su funda, del asiento. Tenemos la máquina que uso Cell para molestarlo en nuestro garaje. Solo tenían que limpiarla y recargarla ¡así de fácil!

Trunks ato la cinta de la espada alrededor del cuerpo y sintió que la empuñadura tocaba su hombro. Estaba muy orgulloso del regalo que le había hecho Tapion. ¡Eran grandes héroes!

— Ok, estamos un poco temprano, pero puedo sentir la presencia de gente vil, también Hoi, a menos de unos cuantos kilómetros de nosotros. Dijo Vegetto. Todo va de acuerdo al plan, Kaio nos dio el lugar y la fecha correcta.

— Tenemos que ser discretos para no cambiar el pasado ¿verdad? Pregunto Tapion. De otra forma crearemos una paradoja temporal. ¿Tal vez podamos salvar a mi hermano y hacer creer a los magos que fue asesinado?

— No, es mucho más fácil. Contesto Vegetto. Por lo que se, si viajamos al pasado, se crea un universo paralelo. Hay uno donde Trunks es un adulto en el futuro, el cambio el pasado en nuestro universo, pero no tuvo efecto en el suyo. Este lugar es, si debo decirlo, el universo de alguien más.

— ¡Lo que significa que podemos hacer lo que queramos! Concluyo Trunks. ¡Vamos! ¡Tenemos que salvar a tu hermano!

— No. Dijo Vegetto. Debemos esperar a que lo liberen de la caja musical. No podemos hacerlo por nosotros mismos. No tiene caso ir cerca de ellos e interferir con lo que hacen. Tan pronto como siente una energía como la tuya, Tapion, nos tele transportare allí.

Tapion asintió y sonrió, estaba a punto de recuperar a su hermano. Estaba lleno de esperanza.

Pasaron horas.

Comieron.

Y siguieron esperando.

De repente Vegetto exclamo “¡ahora!” se acercó a Tapion y Trunks se lanzó hacia ellos. Le pusieron una mano encima y Vegetto los tele transporto a todos.

El grupo de magos se reunieron en un círculo alrededor de la caja musical abierta. El joven Minotia estaba flotando sobre ellos y tocando su flauta. Una poderosa y maligna aura salió de él y regreso de nuevo debido a la música.

La caja exploto en pedazos y los magos invocaron de nuevo su poder combinado sobre el niño. Su ocarina se resbalo de sus manos y las piernas de Hirudegarn aparecieron en su forma física. El joven músico grito de terror cuando un pie gigante caía sobre él.

De repente, fue empujado a un lado. Un gran hombre lo había apartado y salvado su vida.

— ¡No esta vez! grito.

Y Trunks se abalanzo sobre las piernas y las corto en pedazos bajo la sorprendida- y molesta – mirada de los hechiceros.

El plan había funcionado extremadamente bien. Trunks se lanzó hacia el Tapion en miniatura y lo atrapo, volando lejos en el cielo mientras decía: “¡Hola!”

Tan pronto como Trunks se alejó, Vegetto voló sobre la planicie donde el ritual había tenido lugar y lanzo su terrible ataque. La mitad de Hirudegarn, todos los magos, también otra caja musical que contenía al Tapion de ese universo, fueron destruidos.

Tapion tomo a su hermano en brazos.

— Gracias. Dijo. Nunca seré capaz de agradecerte lo suficiente. ¡Tus poderes son increíbles! La persona que más me importa en el mundo está a salvo.

— ¡Aún no termina! Dijo Vegetto. ¡Es solo el principio del final feliz! Kaioh me ha dado las coordenadas espaciales. Tapion, solo tienes que decirme el día.

— ¿El día? ¿Qué día?

— El día en que tú y tu hermano fueron encerrados en esas cajas musicales.

— Esto... Tapion pensó sin creerlo. El pensó que empezaría una nueva vida en el mundo de esos guerreros. ¿Podían de verdad volver a su hogar?

— Fue el 14 de Wintrimber, año 48 de la dinastía de Karam XII, hora del asador. Contesto su hermano menor. ¿Por qué? ¿En qué día estamos hoy?

Vegetto puso la fecha en un pequeño dispositivo para traducirlo.

425 años menos, el tres de mayo, a las 9 p.m. Hoi no se equivocaba. Había pasado hace casi mil años. El introdujo la nueva fecha en la computadora de la máquina y también las coordenadas del planeta Konatsu.

— Entren, nos apretaremos.

Y así lo hicieron. Desaparecieron de ese universo para aún más en el pasado, la maquina los llevo a otro donde no había pasado ninguna paradoja.

En otro universo, en la fecha y lugar dichos.

En el gran templo, el sacerdote que había cortado al demonio Hirudegarn en dos miraba a las dos cajas musicales cerradas con refinación.

— ¡Que lastima que estos dos héroes tengan que ser encerrados por toda la eternidad!

— Ven. Dijo el gran sacerdote. Los llevaremos al contenedor que los esparcirá en el universo. Es por el bien de todos.

— Me hare cargo de esas cajas. Interrumpió esa voz.

Los dos Konatsujines se voltearon sorprendidos. Se trataba de un hombre de cuya especie jamás habían conocido.

Su asombro se convirtió en sorpresa cuando vieron a Tapion y Minotia a su lado.

— ¿Qué ha pasado? Pregunto el sacerdote.

— Es una larga historia. Respondió Tapion. Para acortarla, Hemos derrotado a Hirudegarn.

— Pero... ¡ustedes acaban de ser encerrados en esas cajas musicales! ¿Cómo lograron salir de ellas?

Todos se sentaron y contaron su historia.

Entonces, Vegetto uso su técnica usual y destruyo las dos cajas. Ninguno se atrevió a hablar sobre el problema ético de que el acababa de matar a Minotia y Tapion.

Permanecieron ahí varios días. Tapion le mostro su civilización a Trunks. La reconstrucción de la capital que había sido destruida estaba en marcha. En cuanto a Vegetto, estaba aburrido por rastrea la energía característica de los magos y matarlos uno por uno, de forma discreta y sin piedad. Eran mucho más en esos tiempos.

Entonces, fue tiempo de irse.

Vegetto y su hijo regresaron a la máquina del tiempo para su último viaje. Después de una triste despedida durante la cual Trunks lloro, desaparecieron en el abismo. La máquina regreso del universo de donde salió.