DB Multiverse
Hanasia, Reina de los Saiyanos
Escrito por Salagir
Adaptado por Alice
Esta historia tiene lugar en el planeta de los Saiyanos, hace 1000 años, mucho antes de que se convirtieran en los asesinos de poblaciones enteras que sembraron el miedo en toda la galaxia, en la era del Rey Vegeta...
Si alguna vez te has preguntado cómo estas personas tan poderosas vivían como una sociedad, si quieres saber cuál fue el destino de los guerreros legendarios antes de Broly, si las aventuras de un luchador frenético y emocional en un mundo de matones te tentan, entra en el mundo de la saga de Hanasia.
Parte 1 :123
Parte 2 :4567891011121314151617
El Saiyano Milenario: Romanesco
Traducido por Alice
El silencio cayó por todo el pueblo mientras el cuerpo distorsionado del monstruo Saiyano, desgarrado, cayó al suelo.
En el cielo, Hanasia brillaba con una poderosa luz amarilla. Todo su cuerpo brillaba. Su cabello también irradiaba luz y señalaba el cielo. Aunque los Saiyanos no podían leer el nivel de poder de otros, claramente vieron que Hanasia era fuerte, que ella era la más fuerte en el mundo.
Lo que no vieron, varios cientos de metros por encima de ellos, fue que Hanasia estaba llorando fuerte y amargamente, y no se atrevió a mirar por debajo. Allá abajo donde su padre estaba muerto, donde sus amigos habían sido asesinados.
Se pasó la mano por los ojos para secar sus lágrimas y descendió lentamente. Vio a los aldeanos animandola y eso levantó un poco su espíritu. La luz la abandonó y de repente, volvió a la normalidad, la poderosa energía que emanaba de ella se detuvo.
Su padre estaba en el suelo, en un cráter. Ella puso su mano en su corazón y ningún Saiyano vino a felicitarla por su victoria, ellos respetaron su atención por su padre.
Su corazón aún latía.
— ¡Está vivo! –ella gritó-. Las lágrimas volvieron una vez más. Hartich abrió los ojos y vio que su hija estaba viva.
No oyó el ruido de la lucha y comprendió que estaban a salvo, que Hanasia ya no corría peligro. Cerró los ojos de nuevo, pensando que la muerte podía tomarlo ahora sin ningun problema.
En la sala de control de los Tsuful, el silencio había caído también. El ingeniero se apresuraba a recuperarse y colocaba de un extremo a otro las imágenes que la cámara había tomado cuando apuntaba en la misma dirección, cuando giraba a causa de la explosión.
Pero la audiencia seguía mirando la pantalla, mostrando lo que estaba sucediendo en ese momento. A partir de la explosión, el Saiyano estaba brillando en el cielo con un aura amarilla de energía que provenía de su cuerpo, como una transpiración de vapor. Los indicadores de todos los medidores de energía, el medidor de radiación e incluso el medidor de ionización de aire alcanzaron el máximo, claramente limitado por la pantalla. El cuerpo sin vida y dislocado del guerrero que los Tsuful habían creado estaba ahora en el suelo.
Sintiéndose obligado a romper el silencio, Tracheobionta dijo, tanto para sí mismo como para los demás, lo que todos ellos ya sabían.
— Creo que hemos encontrado al Saiyano Milenario.
Sí, lo habían encontrado, pensó Chiin-Lee. El síntoma era claro, el poder y el nivel no daban lugar a dudas. La piel que le cambió de color, la luz amarilla, este cambio de aspecto que se parecía exactamente a la pesadilla que fue capturado en las cintas hace 1000 años.
Y este Saiyano Milenario era una chica emotiva. Esto era tan fuerte que chocaba con sus sentimientos, tan apreciable y amable con su naturaleza empática. Esta Saiyana que había salvado su pueblo y su vida al revelar su verdadera naturaleza, se sentenció a ser el enemigo del equipo de Chiin-Lee para los días por venir y esto, hasta que lograran destruirla.
Chiin-Lee fue de la alegría de verla salvada a la tristeza porque tenía que matarla.
— Tu guerrero modificado realmente no fue eficiente, dijo la chica detrás de Tracheobionta.
— Era demasiado poderoso para ser contrarrestado, respondió Chiin-Lee. Es inútil usar sólo fuerza contra ella. Tenemos muchas otras maneras, y mucho más sutiles a nuestra disposición.
Nizouki volaba hacia la capital. Tan pronto como cruzó la pared del castillo del rey, los olores de la cocina lo alcanzaron y decidió desviarse un poco.
Después de un largo rato, se fue de allí y se dirigió al patio de entrenamiento. Nunca la había visto tan llena. Uno de sus antiguos alumnos era ahora un jefe instructor. Él estaba dando órdenes a aquellos que eran obviamente una parte del ejército. Había muchos aldeanos que venían de lejos, algunos de ellos eran obviamente los líderes de sus aldeas. Y era una apuesta segura que, antes de aceptar obedecer, tenían que luchar contra el instructor que los había derrotado.
Todos ellos levitaban. Y el instructor voló arriba y se coloco al lado del grupo.
— ¡Cañones en su lugar! -gritó-. Juntos, los soldados apuntaron sus brazos derechos hacia el cielo, el brazo izquierdo sobre él. Era una de las posiciones de lucha clásicas de la escuela del rey.
— ¡Fuego! -ordenó el instructor y todos dispararon una onda explosiva de poder en la misma dirección.
Fue impresionante ver a tantos Saiyanos participar en un mismo ataque. En realidad, Nizouki nunca había visto eso antes. Siguió su camino y llegó a la sala del trono. Aquí, nadie podía pasar sin una cita previa, no importaba de quien se tratase. Los guardias lo reconocieron para que no le impidieran entrar. Había dos familias de Saiyanos que venían de lejos para desafiar al rey.
Había cinco miembros en el primero, todos ellos motivados e imponentes. Uno de ellos obviamente ya había sido derrotado y ahora el Rey estaba tratando con dos de ellos al mismo tiempo.
El tiempo que Nizouki tardó en llegar al trono fue suficiente para que los dos oponentes estuvieran en el suelo. Estaba a punto de hablar con el rey cuando el último miembro que había venido a pelear se acercó, dejando claro que había llegado antes. Nizouki tomó su cabeza y la estrelló contra el suelo, cavando un agujero entre los adoquines.
— ¡Fuera de aquí, campesinos! El Rey tiene otras cosas que hacer. "Atónito por la manera en que este anciano, que acababa de llegar, se había librado de su último miembro, se alejaron. Sin embargo, en la otra familia, sólo habían dos personas, se quedaron donde estaban, sin pronunciar una palabra.
— ¿Quién te golpeó así? -preguntó el rey al ver que su general sanaba sus heridas recientes y graves.
— Es la chica Saiyana que puede alcanzar el máximo poder, mi Rey. La he encontrado. Todas las teorías de la biblioteca son verdaderas. Su fuerza es excepcional para su edad. Y con sus sentimientos, puede llegar a ser aún más fuerte... He descubierto el potencial de un poder infinito en ella.
— ¿De Verdad? Yo no lo hubiera creído...
Necesitaré a algunos miembros del ejército para atacarla. Ella usa su verdadero poder sólo cuando esta en peligro o sufre algúna frustración.
— Lo veremos más tarde, después de que termine con los invitados de hoy.
La otra familia se acercó. Era una madre y su hijo.
— Mi hijo es el Saiyano Milenario, mi Rey. Ninguno puede alcanzar su nivel. Sin embargo, nunca ha sido entrenado ni tiene experiencia en combate.
El rey se rascó la cabeza cuando se levantó, no muy convencido. Su gran estomago se movía de izquierda a derecha cuando se acercaba a ellos.
— ¿Cómo puede un Saiyano tan gordo ser nuestro Rey? -preguntó la madre desdeñosamente. ¡Un cerdo gigante, un general decrépito... Creo que esta monarquía se basa en el recuerdo del respeto antiguo más que en el poder ¡¡Siendo así, luchare contra ti!
Después de estas palabras, la madre atacó. Ella era muy rápida y Nizouki vio que la familia anterior no era nada en comparación con ella. Estaba bastante sorprendido ya que, desde su primer golpe, se dio cuenta de que sería un verdadero desafío para el Rey.
Su puño se hundió en el vientre del rey. Él no se había movido, y el golpe se hundio en su grasa. Cuando se había acercado, sus brazos fueron atrapados por las enormes manos del rey. Empezó a golpearla con una patada en la rodilla, pero ella se aferró y finalmente consiguió saltar por encima de su oponente. Una vez que estaba en el otro lado, abrió los brazos y lanzó al rey volando, y él finalmente la soltó. Apenas estaba libre cuando corrió hacia él para atacarlo mientras él no podía controlar su caída. El rey tomó un golpe ultra poderoso y cayó al suelo, sin embargo, no parecía estar sufriendo.
— Siempre he estado gordo, dijo el Rey, moviéndose para estar de nuevo en una posición de pelea. Pero ahí está mi fuerza porque tus golpes no me hacen daño en lo más mínimo.
Sorprendida, renovó sus ataques, pero el rey también atacó. Parecía dos veces más grande y mucho más poderoso que ella y, después de unos cuantos golpes, se encontró incapaz de ponerse de pie.
— Estaba equivocada, lo admito... dijo la mujer. ¡Pero mi hijo te derrotará!
Nizouki miró al hijo. Bastante joven, nunca había prestado atención a la pelea que tuvo lugar frente a sus ojos hace unos instantes. Estaba mirando al espacio, desinteresado.
— ¡Ven, Romanesco! ¡Lucha contra el rey! Gritó su madre.
Luego se volvió hacía su madre y dio algunos pasos hacia su oponente. El rey no estaba cansado y esperó el ataque. Pero el Saiyano no atacó y parecía aburrido de nuevo. Entonces el rey corrió hacia delante.
Trató de dar un puñetazo, pero el chico lo paró, repentinamente despierto, y al instante, cogió el brazo del rey y lo arrojó chocando al otro extremo de la habitación. Nizouki emitió un grito de sorpresa y el rey volvió a su posición, extremadamente aturdido.
— ¡Qué astuto! ¡Eres rápido!, Dijo el rey que lanzó un ataque de energía en forma de esfera en dirección hacía su oponente, y luego corrió detrás de ella.
Un doble ataque clásico. Romanesco desvió el ataque con el dorso de la mano, como si ese ataque fuera débil, pero Nizouki sabía que era poderoso. Entonces respondió a los ataques del rey. Ellos intercambiaron numerosos golpes a alta velocidad, y cuanto más luchaban, más alto era el nivel. Nizouki admitio que este chico era realmente fuerte. No era una sorpresa que nadie pudiera tocarlo, en su lugar de nacimiento.
A pesar de que era mucho más alto y mucho más impresionante que su oponente, el Rey no parecía ser más fuerte o más rápido. Este chico llamado Romanesco era realmente sorprendente. Pero el Rey tenía mucha más experiencia de pelea y finalmente consiguió la ventaja.
Cuando Romanesco atravesaba un pilar, el rey aterrizó, jadeando un poco. Nizouki notó que su oponente se levantaba sin sentir dolor por el golpe, y ni siquiera jadeaba.
— Esta es una lucha de alto nivel. Admitió el Rey. Vamos a terminarlo afuera.
Pero su oponente no escuchó y saltó sobre él. La lucha continuó violentamente y el rey tuvo que recurrir a sus últimos recursos para arrojar a su oponente al suelo. Romanesco se puso de pie de inmediato, absolutamente furioso. Empezó a cargar un poderoso ataque de energia.
— ¡Nizouki! -gritó el Rey. Nizouki comprendió al instante el problema. Donde el rey estaba, el lugar que su oponente apuntaba, había un muro, y detrás de este muro…
Nizouki corrió hacia el rey y se arrojó a su lado cuando el ataque había sido lanzado. Con sus cuatro manos, lograron detener el enérgico ataque que los aplastó contra la pared que empezó a agrietarse.
— ¡Hacia él! -gritó el general.
Fue difícil porque tuvieron que cambiar completamente la dirección en lugar de simplemente desviarla hacia el cielo. Pero también era la mejor manera de detener a este loco Saiyano. Quien ya estaba corriendo hacia ellos.
Los dos luchadores rechazaron la gran esfera de poder que se estrelló a la derecha en dirección de Romanesco. Una enorme explosión y un montón de humo se propagó por toda la habitación. Cuando se desvaneció, pudieron ver que Romanesco seguía de pie.
Estaba sangrando a traves de numerosas heridas, pero su espíritu combativo seguía en la cima. Empezó a gritar y creó una especie de viento alrededor de él. Nizouki hizo la conexión con Hanasia por una fracción de segundo cuando una explosión de calor rodeó a Romanesco.
Ante los ojos asombrados del rey, así como los del general y de su madre, la apariencia de Romanesco había cambiado. Sus músculos eran tres veces más grandes, su cabello ahora estaba coloreado y apuntaba hacia el cielo. De su cuerpo emanaba una luz verde que cegaba a los espectadores.
— ¡Monstruos! ¡Inmundos! -gritó el ahora gigante Saiyano mientras se acercaba a ellos para atacar.
Por otra parte, el rey y el general estaban acostumbrados a la lucha y en este momento, lo sabían. Sabían que era invencible y sabían que él era el Saiyano Milenario. No se movieron, aplastados por su poder. Romanesco era ahora mucho más impresionante que el rey. Cogió a su madre y la arrojó a la pared. Todas las rocas cayeron junto con su cuerpo sin vida. El rey se levantó.
— Encuentra a tu guerrera pero antes de eso, da la orden necesaria para todo nuestro ejército. Lo atraeré fuera. Lanzó muchos ataques de energía contra el Saiyano Milenario y salió a través de una gran ventana. Romanesco soltó un grito y corrió detrás de él.
Nizouki voló y salió de la habitación, dio la vuelta y entró en la habitación que estaba detrás de la pared. Había elementos extraños dentro. En realidad, eran materiales de comunicación Tsuful. Esto es lo que él y al rey los unía para protegerse en caso de una emergencia de este tamaño.
— ¡El Saiyano Milenario está aquí! Dijo a la esfera mágica donde sabía que tenía que hablar.
— Lo hemos detectado, respondieron del otro lado. Saquenlo de la ciudad, enviaremos nuestro propio ejército.
A continuación, Nizouki corrió fuera del palacio, desde donde podía ver al rey luchando. Este último estaba siendo golpeado. La parte del ejército que había estado entrenando miraba, enloquecido, este extraño duelo del que emanaba la luz verde.
En el tiempo que Nizouki se tomó para llegar al instructor, el rey había dado un golpe final y se estrelló entre dos casas de la capital.
En el cielo, Romanesco rió como un demonio y lanzó varias esferas de energía sobre la ciudad. Los Saiyanos comenzaron a volar alrededor.
— ¡Es el Saiyano Milenario! -gritó el general. Su antiguo alumno permaneció mudo por un tiempo, luego señaló al Saiyano.
— ¡Apunten hacia el oponente del rey! Unos cincuenta puños apuntaron hacia la dirección indicada. ¡Fuego!
Numerosas esferas de energía se precipitaron horizontalmente, mezclándose en una enorme esfera. Cuando llegó, era una enorme esfera de energía, mucho más poderosa de lo que Nizouki había visto. Explotó en el cuerpo del Saiyano Milenario. Sorprendido, fue arrojado hacia atrás muchos kilómetros.
— ¡Siganlo!, Ordenó Nizouki, tomando el control de la situación. Los soldados lo siguieron sin comprender realmente lo que estaba pasando porque parecía impensable para ellos que sobreviviera al ataque.
— ¡Quédate aquí! Le dijo al instructor. Reúne a las otras tropas. ¡Si sobrevivió a eso, le ordeno que no hagan nada hasta que todo el ejército esté aquí!
— Pero... No tiene ninguna posibilidad de...
— El poder del Saiyano Milenario es incalculable. ¿Lo entiendes? Está muy por encima de lo que puedas imaginar. Tienes que esperar a que este presente todo el ejército. !Nada a medias! "Porque los Tsuful nunca están equivocados." Añadió en su mente.
Ya fuera para prever tormentas, para curar enfermedades, para dar consejos al rey, la esfera mágica de los Tsuful nunca estuvo equivocada. Y les había estado advirtiendo del poder del Saiyano Milenario durante tanto tiempo que Nizouki no iba a tomarlo a la ligera.
Cuando llegaron cerca del cráter, encontraron al Saiyano Milenario de pie, en el polvo y el humo, y ni siquiera tenía el mínimo rasguño que mostrar.
— Buen golpe... con su apariencia anterior, hemos logrado al menos herirlo... ¡Los primeros diez, lo atacan al mismo tiempo! Los otros... preparen más poder, siempre y cuando se pueda! Apunten, listos... carguen, carguen... !No disparen antes de dar la señal! ¡No miren la pelea, mírenme a mi!
Nizouki se colocó delante de ellos, escudriñando sus rostros. Como él pensó, no tenían entrenamiento en cómo lanzar para arriba un ataque de energía. Les dio la espalda y vio la pelea. Como él pensaba también, era un genocidio. Pero no había pensado que sería tan horrible.
Los golpes que los soldados desembarcaron en su oponente eran ineficientes, como si los seres hechos de musgo golpearan un ser hecho de roca. Sin temblar, o incluso sin siquiera sentir los ataques, atrapó a un Saiyano con su gigantesca mano y la aplastó en el suelo. Éste tuvo suerte, el siguiente fue aplastado entre sus dos brazos y explotó como una fruta podrida. Emitía un grito de terror, otro cargó su ataque más poderoso y lo arrojó al Saiyano Milenario. Pasó por ella como si no fuera nada más que una brisa y arrojó una pequeña esfera de energía que atravesó al ahora difunto Saiyano.
Nizouki se volvió hacia el ejército que, como había ordenado, seguía mirándolo fijamente. Algunos parecían dispuestos a ceder, pero muchos otros aún podían seguir. Le señaló uno a uno, mirando a aquellos que no podían sostenerle la marida a los ojos.
— Tú, tú, tú, tú, tú, tú, tú, tú, carguen más lentamente. Tú, tú, tú y también tú. !Pero tú, tú, tú y también tú, carguen más rápido! ¡Tú allí! ¡Lo puedes hacer mejor que eso, lo sé!
Una última mirada hacia atrás, los últimos Saiyanos que había enviado a su muerte todavía estaban luchando. Se escapó del agarre del monstruo y huyó. Lo persiguieron de inmediato y lo atraparon. Con un jadeo, la vida lo dejó y Nizouki se abalanzo sobre Romanesco.
— Disparen en mi dirección. Ordenó. ¡Fuego! ¡Fuego!, y todo el ejército dispararon sus más poderosos ataques de energía.
Fuertes ataques que se mezclaron mientras iban en la misma dirección. Los ataques atacaron a Nizouki quien se apresuraba hacia el Saiyano Milenario. Cuando estaba a su nivel, sentía algo como asfixia, una aura espantosa, algo semejante al que nunca antes había sentido.
Todos sus genes, todo su cuerpo, de regreso a su estado primitivo, dictaban hacer sólo una cosa: ¡Huir! ¡Huir!... ¡Huir!. ¡Vete de aquí! ¡Huye, huye, huye! Pero Nizouki se mantuvo firme porque si la primera línea que había enviado al ataque había logrado ponerse de pie contra este monstruo, también lo haría él. Así que se lanzó sobre Romanesco, pero en lugar de atacarlo, se fue entre sus piernas. Aprovechando la habilidad que había adquirido a través de los años, fingió un ataque y pasó bajo el monstruo gigante que su oponente se había convertido. Nizouki raspó el suelo y se volvió mientras Romanesco, sin siquiera darse cuenta de la esfera de energía ultra poderosa que iba tras él, se había vuelto para atrapar a su actual oponente. Romanesco no era más que una sombra bajo la luz que emanaba del ataque.
En el asiento delantero, Nizouki pudo ver al Saiyano Milenario gritando de dolor bajo la presión de esta esfera de energía. En realidad, los Saiyanos nunca atacaron al mismo tiempo. Y ciertamente no coordinaban ni combinaban sus ataques. La explosión que siguió fue tan poderosa y espectacular que los propios soldados fueron molestados en su huida y tuvieron que detenerse en el cielo.
Nizouki se cubrió la cara cuando la explosión ocurrió por encima de él. ¡Qué poderoso ataque, qué belleza! Nunca había visto un ataque más poderoso en su vida.
Pero incluso antes de que el humo se hubiera asentado, oyó... demasiado cerca de él para que viniera de su ejército... Una risa que le helo la sangre en un segundo.
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