Parte 21, Capítulo 101.

NECESITA ENCODEO

Un solo Varga caminó hacia el centro de la arena, cargando un micrófono en su mano derecha. Mientras limpiaba su garganta, Goku y su hijo Goten pausaron su conversación para escuchar.

"Hemos alcanzado el punto medio de la segunda ronda del torneo, así que es hora de otro descanso! Pondremos mesas en cada área como ayer para los competidores y sus invitados. Los expectadores de la audiencia se pueden quedar en nuestras gradas, y los atenderemos lo más pronto posible!"

"Otro descanso?" Buu se preguntaba inmóbil. Como la segunda ronda había sido la mitad de larga que la primera, él esperaba que las peleas continuaran sin interrupción.

"Hey, papá" Goten se rió. "Apuesto que esperabas otra comida---" su voz se cortó cuando se dio cuenta que su padre ya no estaba ahí.

"Bueno, quiero la res rostizada, una orden doble de pasta, papas cortadas, ensalada de papas... uh... toda la página de ramen... y después un pastel de chocolate, la selección de mariscos, una docena de (no se que sea esto: teriyaki shish kabobs), una montaña de caviar, y la tostada de desayuno que viene ahí."

Goku aparentemente había examinado el menú entero en un instante, así como encontrado un asiento al final de la mesa---que se había materializado momentos antes. Un Varga se paró a su lado, molestamente escribiendo la orden. Sentado después de él, su amigo y eterno rival Vegeta descansaba un poco en la mesa mientras se reclinaba.

"Quiero el doble de todo lo que ordenó" dijo, casi como si comer fuera una competición también.

En el área del universo 16, la escena era casi idéntica. Bra estaba casualmente discutiendo cosas con Vegetto mientras de pronto se desvaneció hasta la mesa más cercana. Después procedió a ordenar cuatro veces más comida que el insaciable Goku, cosa que los Vargas ya se esperaban. Mientras Goten volteaba al universo 18 para encontrar un asiento, se dio cuenta de que su hermano del universo 16 se había aproximado a la mesa de los organizadores: Los Kaioshins del universo 1. El Gohan de su propio universo se había dirigido hacia adentro de los apartamentos con Videl y Pan. Qué estaría tratando de hacer el otro?

Los organizadores estaban sentados en su propia mesa, la Kaioshin del Oeste volteando a ver a Gohan mientras llegaba.

"Toma asiento, Son Gohan" dijo "Hemos considerado tu petición."

De hecho, esa era la razón por la cual los había contactado, esperando que ya hayan tomado una decisión sobre el asunto. Pero otra pregunta pasó por su mente mientras tomaba un asiento.

"Me pregunto como saben que soy el mismo que hablo con ellos antes, y no mi contraparte del universo 18? No me vieron venir, y el otro yo no anda afuera por ahora..."

Después, como si contestando a sus pensamientos, el Kaioshin del Norte respondió.

"Sí, eres geneticamente idéntico al Son Gohan del universo 18---incluso hablas y actúas de la misma manera. Ciertamente su comportamiento encaja el uno con el otro e incluso su forma de pensar. Pero podemos sentir una diferencia basada en cosas más sutiles. Tienes rencor dentro de ti por lo que pasó con tu hija. Podemos sentirlo. También viniste hacia nosotros confidentemente, porque ya tenías tu motivo y petición claro, mientras que el otro se habría probablemente acercado con más indecisión. Además de todo esto, hay cientos de otras pequeñas diferencias que son perfectamente obvias para nosotros."

"Mmhmh, entiendo." Gohan respondió.

El Supremo Kaioshin, sentado al final de la mesa, fue el siguiente en hablar. "Ah sí. Nuestra decisión. Después de considerar tus palabras, decidimos que para la conclusión de la segunda ronda, usaremos un juego de esferas del dragón para revivir a las víctimas hasta ahora."

"Muchas gracias" Gohan dijo, sonriendo y bajando su cabeza como señal de respeto.

"Estoy seguro que esta decisión será bienvenida en los otros universo también..."

Gohan rápidamente recordó a todas las muertes que el torneo había sufrido hasta ahora. Aparte de su hija Pan, estaba Tidar, el nano-guerrero del universo 18, Butter, Zangia, Bojack, una de las chicas del universo 6, unos cuantos Vargas y posiblemente un par de espectadores en la audiencia.

Ergo, las discusiones entre Gohan y los dioses organizadores habían sido un exito. Les había proporcionado un montón de información sobre su universo, y en retorno fue informado sobre las diferencias que ocurrieron en sus líneas de tiempo respectivas. El nacimiento de su padre, Vegetto, había sido de particular interés para ellos ya que involucraba magia Kaioshin. Y ahora que el Kaioshin del Sur había estudiado el interior de Majin Buu del universo 11, podrían continuar sus investigaciones a niveles más profundos.

"Tenemos otra pregunta" dijo el Supremo Kaioshin. "Es verdad que el universo 18 también tuvo un Vegetto?"

"Es correcto. Me dijeron que fue separado entrando al cuerpo de Buu."

"Por supuesto!" exclamó el Kaioshin del Norte. "De seguro fueron los Kaioshins que Buu absorbió los que lo separaron."

"Mhmhmh. Pero por qué?" Gohan se preguntó, un poco sorprendido.

"Los Potalas son una herramienta mágica exclusiva, explícitamente prohibida para todos menos para los Kaioshins" la Kaioshin del Oeste explicó (aunque lucía joven, en realidad quizás tenía unos cuantos millones de años). "En resumen, vieron la existencia de Vegetto como una blasfemia."

"Ah sí. Vegetto me dijo que normalmente no hubieran funcionado en nadie que no fuera un Kaioshin. Pero el Anciano Kaioshin los alteró para que Gokú pudiera fusionarse con alguien."

El Kaioshin del sur finalmente habló "Eso es. Nuestra propia escencia dentro de Buu no era nada más que un residuo, entonces, lo que quedaba de nosotros no estaba consciente de que Vegetto fue creado por una razón honorable. Estoy seguro que si nuestras contrapartes hubieran conocido la situación, o hubieran mantenido cualquier tipo de consciencia, no lo hubiesen separado---al menos no instantaneamente."

"De hecho," el Kaioshin del Este interrumpió. "Vegetto es demasiado peligroso. Su existencia es clara prueba de que no debemos de usar los Potalas con nadie" él continuó. "Incluso tomando en cuenta que los dos guerreros que lo crearon eran de los más fuertes en el universo, sigue siendo un gran riezgo."

El grupo continuó discutiendo algunas cosas antes de finalmente comer, mientras aquellos del universo 8 parecían tornarse impacientes.

"No estamos más cerca de encontrar las Esferas del Dragón que cuando llegamos aquí" Cooler se quejó. "Las cosas no van bien."

"Hah!" su hermano interrumpió. "Tú eres el que perdió en la primera ronda! Eso, además de que eres un inútil." Freezer se rió, provocándolo.

"Tsk" Cooler respiró. "Eres un idiota si piensas que no serás eliminado tu también, sólo tuviste suerte de tener oponentes fáciles. Hasta papá perderá eventualmente, y esa es la razón de por qué alteramos nuestro plan."

"Concentrénse en encajar con los otros en el torneo, hijos míos," King Cold dijo, instruyéndoles. "Mantengan la calma y mientras, tendremos nuestros ojos y oídos abiertos. Nuestro plan funcionará, sean pacientes."

El demonio del frío volteó a su derecha, hacia Bardock. Aunque sabía que sus hijos probablemente estaban en lo correcto en que perdería eventualmente, eso no significaba que no fuera a castigar a su oponente primero. Este Saiyajin del universo 3 también era un Super Saiyajin, un guerrero del mismo nivel que el que venció a Cooler.

"Debo ser muy cauteloso..."

Otros cuatro Saiyajins habían abierto paso desde su propia área hacia el espacio del universo 18. Su lider, Vegeta de los Super Saiyajins, puso su mano sobre el balcón que dividía y se refirió a Gohan---quien recientemente había salido de los departamentos.

"Hemos venido por 'ya sabes que'.."

"Qué? Se les ha acabado la comida?" Gokú murmuró a través de su boca llena, mordiendo un enorme trozo de carne.

"No, eso no..." el principe respondió, empezando a perder su paciencia.

Gohan no le había informado al resto del grupo de su universo sobre el "acuerdo" que había hecho con el universo 13 para proteger a su hija del trauma del combate. Levantándose de su silla, finalmente respondió:

"A su Kakaroto se le pasó la mano en la pelea," dijo

"No te pongas a jugar conmigo, tu niña está perfectamente sana. Cumplimos nuestra parte del contrato."

"Mmm, supongo que eso es verdad. Bien, entonces... Aquí está mi parte del acuerdo. En el universo 9, está el antiguo Kaioshin, el que apareció durante la pelea de Videl y Cold. Él tiene la habilidad de elevar el poder de alguien hasta alturas increibles---si eres considerado digno, por supuesto. Así es como me volví tan fuerte, gracias a su magia. Sin embargo, te lo advierto... si lo amenazas o lo atacas, te enviarán de regreso a tu propio universo. Así que se cauteloso en como lo abordas, o si no, no te ayudará."

"Estás de broma?" Vegeta refunfuñó de brazos cruzados.

"No, cambia tu actitud y tendrás la oportunidad de hacerte mucho más fuerte" Gohan contestó con una sonrisa. El sabía que sería increíblemente difícil para ellos.

Después de la comida vino el postre. Varios de los guerreros y espectadores no participaron y abandonaron su mesa, como Freezer. Se había retirado a su propia nave personal para pensar un poco. Ahí, revisó el progreso del subordinado al que le había encargado investigar la nueva identidad de Ginyu. Pero esa no era la principal razón por la que había venido. Una gran pantalla frente a él estaba transmitiendo vistas simultáneas de toda la arena. En una de las imágenes, vio un par de guantes blancos, como si estuviese viendo sus propias manos.

"Sus buñuelos de chocolate señor!" la voz de un Varga dijo, dejando un apetitoso plato en la mesa al lado de los guantes.

"Ey, gracias pequeño amigo!" se escuchó la voz de Jeece. Mientras decía las palabras, la imagen en la pantalla parecía cambiar rápidamente. Estuvo inquieta por un segundo, antes de finalmente estabilizarse. Ahora se veía la cara de Jeece.

"Me pegaste muy fuerte!" el Varga se quejó, sobándose la parte trasera de su cabeza.

"Perdón, amigo! Supongo que no controlo mi propia fuerza eh?" el guerrero rojo se disculpó, sonriendo de forma hipócrita.

"Jeece ha colocado la cámara perfectamente, señor" uno de los subordinados de Freezer dijo desde un altavoz.

"Bien, finalmente podremos echar un vistazo a sus planes sin que nuestra presencia sea detectada" Freezer dijo. "Continúen colocando las camaras... seguramente alguien ahí debe tener conocimiento o acceso a las Esferas del Dragón."

Atrás de él, mientras sus sicarios frenéticamente usaban su magia tecnológica en los tableros, el demonio del frío no podía evitar preguntarse "Podría... estar Ginyu en el cuerpo de Jeece? No, seguramente, con quien sea que se haya cambiado, ya lo sabría... a menos de que estén escondiendo algo. Hmmhm, los Ginyus siempre admiraron a su lider, incluso usan su nombre para su pequeña banda... No! No se atreverían a esconderme algo así!!"

"Uh, señor?"

Freezer saltó. Era otro de sus subordinados, pero le tomó por sorpresa.

"Qué?" gritó toscamente, volteando a ver a su sicario que ahora estaba temblando.

"Uh... amo... Sólo quería advertirle que si las cámaras atraviesan entre los universos, no podremos recibir su señal más. Pero el material está grabado, así que podremos verlo después de su regreso."

"Es mejor que nada," Freezer dijo, volteándose para abandonar el cuarto. "Mierda! me estoy tornando paranoico, por poco pensé que era Ginyu espiándome ahora mismo..."

En la mesa del universo 9, todos mostraban su apoyo a TenShinHan---él último de ellos aún compitiendo. Pero su oponente era Buu del universo 4, quien sabía que estaba fuera de su liga.

"Me voy a preparar" el hombre calvo y alto dijo, volteando a ver hacia dentro de su apartamento.

"Estás seguro que no quieres mi ayuda?" El Viejo Kaioshin pregunto por enésima vez.

"Si se tarda varias horas en completar, es demasiado tarde ahora" respondió.

"Bueno, si hubieras decidido hacerlo antes... meh..." el Viejo Kai gruñó bajo su aliento. Después volteó a ver a Videl. "Hola hermosa, estás segura que no quieres ayudar a limpiarme la espalda después?"

"Absolutamente no lo haré!" Videl levantó su mano para bofetearlo, pero fue detenida por Trunks. Discretamente, el dios tomó la oportunidad para escaparse... Sin embargo, unos cuantos metros a lo lejos, Vegeta del universo 13 y sus 'amigos' le hablaron.

"Hey, viejo!" uno de los otros Saiyajins dijo fuerte.

"Con quién piensas que estás tratando, tonto insolente!?"

"No lo molestes!" Vegeta gritó. "Sólo necesito hacerle una pregunta."

"No!"

"Qué quieres decir con 'no'?"

"Esa es la respuesta a tu pregunta" El Viejo Kai dijo, de brazos cruzados.

"Me estás cagando viejo imbécil?"

"Qué? Piensan que merecen mi poder?" El Viejo Kaioshin se rió. "Todos son maleantes!"

"No sabes con quién estás tratando, viejo senil" el Emperador gruñó entre dientes.

"Voy completamente en serio," el Viejo Kai dijo volteando su nariz. "No hay nada que pudieran posiblemente hacer para lograr que yo desbloquease su poder."

Tornándose rápidamente, el Viejo Kaioshin los dejo, dirigiéndose a los apartamentos. Todos los del universo 9 lo vieron irse, antes de voltear a ver a Vegeta, cuyos dientes aún estaban furiosamente apretados. Él parecía como si estuviera a punto de gritas, probablemente escupiendo más insultos al dios. Pero se controló al último, y se volteó rápidamente para irse. Los otros del universo 13 lo siguieron silenciosamente.

Solamente quedaban unos pocos minutos antes del comienzo de la segunda mitad de la ronda dos, pero los organizadores estaban aún profundamente en discusión. Participando en la conversación estaban todos los Kaioshins, junto con algunos Nameks y Vargas. Adicionalmente, Buu del universo 4 estaba atentamente escuchando su discusión. Discretamente, sugirió cierta "idea" a un Namek---aunque sabía de antemano que lo consultarían primero con el Gran Kaioshin. Con argumentos tan convincentes, la idea había sido considerada, pero la discusión estaba concluida.

Para Buu, simplemente era diversión. Finalmente decidieron no hacer nada con respecto a la nueva "idea de límite", ni modo. Pero Buu ni siquiera esperaba mucho de ellos para

empezar.

Mientras tanto, el entrevistador Varga, el mismo Den Grimme Aelling, abrió camino hacia el centro de la arena donde otros de sus colegas ya se veían de pie sosteniendo un micrófono.

"Nos gustaría que todos los peleadores para la segunda mitad de la ronda 2 nos acompañaran en el centro!"

Después de estar todos reunidos, el viejo Varga comenzó a inspeccionar y saludar a cada uno de los peleadores, justo como lo había hecho al comienzo de la segunda ronda. La idea de tener a todos reunidos ahorraba tiempo, ya que ahora Aelling no tenía que ir de espacio a espacio preguntando a cada competidor.

Al igual que antes, se acercó a cada uno de los guerreros para preguntar que deseo pedirían si fuesen a ganar el torneo. Para Vegetto, la única cosa interesante era un potencial reto. El guerrero del universo 5, sin embargo, no vino al centro como todos los demás. Después de titubear un poco, el Varga decidió moverse.

#18, aparentemente cansada, sólo dijo la primera cosa que le vino a su mente: un cocinero. Arale dijo que pediría un gorila gigante, y un disfraz de gorilla, como también una sandia capaz de hablar, seguida por una motocicleta voladora, hasta que finalmente el entrevistador la detuvo para agregar que solo tendría tres deseos.

Gotenks hizo una fusión rápida para la ocasión, y trato de poner una cara impresionante declarando que desearía por la paz sobre todo su universo. Pensando dos veces, rápidamente rectificó que en realidad se refería a todos los universos que existieran. Entonces pensó por tercera vez diciendo que todos los universos exceptuando el suyo, donde él solo mantendría el balance de la paz.

Nekomajin, después de una larga indecisión, dijo que su único deseo sería una enorme bola de lana. Aelling, quien no estaba seguro si había entendido la pregunta correctamente, levando una ceja escépticamente.

Buu del universo 4 solamente quería divertirse, y Ten no tenía un deseo en particular. Era lo mismo para Bra.

Eleim del universo 19 pareció ser intencionalmente ambiguo con sus palabras. "Juro salvar a mi pueblo."

King Cold fue incluso menos claro. "Lo sabrás cuando gane" diciéndolo con una sonrisa. Algunas personas parecían asustadas por esto.

Bardock del universo 3 pasó sin decir una palabra cuando era su turno. Cuando Vegeta del universo 13 dijo que quería eliminar a los débiles, hizo que Raichi compartiera su sed de venganza mucho más. Gast reiteró su deseo de encontrar la manera de reproducirse y repoblar a su raza, mientras que Picoro Daimaku dijo que desearía ser el amo del universo entero.

Con el interludio finalmente acabado, los combates podrían continuar de nueva cuenta.

"Continuaremos ahora con los juegos con.. Vegetto del universo 16 contra XXI del universo 5!"

El Viejo Kaioshin del universo 9 repentinamente empezó a temblar del miedo. "Qu...qué?? XXI!!?" La simple mención de su nombre era claramente aterradora. "No, no es posible... Como pudieron traer a un ser como ese aquí? Por qué admitieron eso los Kaioshins..?"

"Conoces a este Ksee?" Yamcha preguntó, curioso.

"Ni siquiera lo hemos visto aún, sabes" Ten agregó.

Oh sí, el Anciano Kaioshin conocía al ser llamado XXI. Él, o eso, era un ser, terrible y monstruoso, amenazando a toda la vida del universo---e incluso a la propia muerte! XXI era un ser tan vil, que en cualquier lugar por el que pasaba cualquier concepto del bien y el mal eran sobrepasado---a su paso no quedaba caos, ni tristesa, simplemente... absolutamente nada. Ni había ahí materia, ni espíritu, ni alguna esperanza...

Y después, el ínfame XXI finalmente apareció. Era nada más que un viejo humanoide barbado, portando una túnica.

"Ah, ni hablar, no es él" el Viejo Kaioshin rió, rascando su cabeza.

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PART TWENTY ONE: THE HOPE FOR A WHOLE UNIVERSE

Chapter 101

Translated by npberryhill

A single Varga walked to the center of the arena, holding a microphone in his right hand. As he cleared his throat, Goku and his son Goten paused their conversation to listen.

“We’ve reached the midpoint for the second round of the tournament, so it’s time for another break! We’ll set up picnic tables in each area just like yesterday for the competitors and their guests. Spectators in the audience are encouraged to partake of our fully-stocked concession stands, and we’ll be back with you shortly!”

‘Another break already?’ Buu wondered idly. As the second round had been only half as long as the first round had been, he’d hoped the fighting would continue without interruption.

“Hey, Dad,” Goten laughed, smiling. “I’ll bet you were expecting another lunch—” his voice cut off as he realized his father had suddenly vanished.

“Alright, I’ll take the roast beef, a double order of pasta, loaded mashed potatoes, potato salad, uh...let’s just go with the entire page of ramen...and next the chocolate cake, the selection of fish, a dozen teriyaki shish kabobs, the mountain of caviar, and the breakfast toast that goes with it.”

Goku had seemingly examined the entire menu in an instant, as well as found an end seat at the table—which had also materialized just a moment before. A Varga stood beside him, hastily writing down the order. Sitting next to him, his friend and eternal rival Vegeta rested an elbow on the table as he reclined.

“I’ll have double everything he’s getting,” he said, almost as if eating were a competition as well.

In the area of universe 16, the scene was nearly identical. Bra had been casually discussing things with Vegetto when all of a sudden the latter vanished towards the nearest table. He then proceeded to order four times as much food as the insatiable Goku, which the Varga’s had come to expect. As Goten turned back towards universe 18 to find a seat, he noticed that his brother of universe 16 had approached the table of the organizers, the Kaioshins of universe 1. Gohan of his own universe had headed inside the apartments with Videl and Pan, so what was the other one up to?

The organizers were seated around their own table, the West Kaioshin turning to Gohan as he reached them.

“Take a seat, Son Gohan,” she said. “We’ve considered your request.”

Indeed, that was the reason he had approached them, hoping that by now they’d have come to a decision regarding the matter. But another question came to his mind as he took a seat.

‘I wonder how they knew I’m the same one who spoke to them before, and not my counterpart from universe 18? They didn’t see me coming, and the other me isn’t out in the open right now...’

Then, as if in reply to his thoughts, North Kaioshin replied.

“Indeed, you are genetically identical to Son Gohan of universe 18—you even speak and carry yourself the same way. Certainly, your mannerisms match one another and even the way that you think. But we can sense a difference based on more subtle things. You hold more bitterness inside of you because of what happened with your daughter. We can feel this. You also came to us confidently, because you’ve already made your position and request clear to us, while the other would have possibly approached us with more hesitancy. In addition to all of this, there are hundreds of other minute differences that are perfectly obvious to us.”

“Hmm, I understand,” Gohan replied.

Grand Kaioshin, sitting at the end of the table, was next to speak. “Ah, yes. Now to our decision. After considering your words, we’ve decided that at the conclusion of the second round, we will use one of the sets of dragonballs to revive the victims so far.”

“Thank you very much,” Gohan said, smiling and lowering his head respectfully.

“I’m sure it’ll be welcomed by the other universes as well...”

Gohan quickly recalled all the deaths the tournament had suffered so far. In addition to his daughter Pan, there was TIdar, the nano-warrior of universe 19, Butta, Zangya, Bojack, one of the girls from universe 6, a few Vargas, and possibly even a couple spectators in the audience...

Thus, the discussions between Gohan and the organizer gods had been successful. He’d provided them with lots of information about his universe, and in return was told about the differences that occurred in their respective timelines. The birth of his father, Vegetto, had been of particular interest to them since it involved Kaioshin magic. And now that South Kaioshin had studied the innards of Majin Buu from universe 11, they could continue their investigations even further.

“We have another question,” the Grand Kaioshin said. “Is it true that universe 18 also had a Vegetto?”

“That’s correct. They told me he was de-fused once he entered Buu’s body.”

“Of course!” exclaimed the North Kaioshin. “It must have been the Kaioshins Buu absorbed who separated them.”

“Hmm,” Gohan pondered, a little surprised. “But why?”

“The Potalas are an exclusive magical tool, explicitly forbidden to all but the Kaioshin,” the young West Kaioshin explained (though she looked youthful, in reality she was perhaps millions of years old). “In short, they saw Vegetto’s existence as blasphemy.”

“Ah, yes. Vegetto told me that they wouldn’t normally work on anyone but a Kaioshin. But the Elder Kaioshin had altered them so that they’d allow Goku to fuse with someone.”

The South Kaioshin finally spoke. “That’s it. Our own essence inside of Buu was probably nothing more but instinctual residue, thus, whatever remained of us wasn’t aware that Vegetto had been created for an honorable reason. I’m sure if our counterparts had known the situation or retained any kind of consciousness, they wouldn’t have separated him—at least not right away.”

“Indeed,” East Kaioshin interrupted. “Vegetto is far too powerful. His existence is further proof we shouldn’t use the Potalas on anyone,” she continued. “Even accounting for the fact that the two warriors who created him were among the strongest in the universe, it’s still too great a risk.”

The group continued discussing things a few minutes before finally eating, while those of universe 8 seemed to be growing impatient.

“We’re no closer to finding the Dragon Balls than when we got here,” Coola complained. “Things aren’t going well.”

“Hah!” his brother interrupted. “You’re the one who lost in the first round! That, plus you’re useless!” Freeza laughed, taunting.

“Tch,” Coola scoffed. “You’re a moron if you think you won’t be eliminated too, you just got lucky by having easy opponents. Even Papa’s going to lose eventually, but that’s why we altered our plan.”

“Focus on fitting in with the others at the tournament, my children,” King Cold said, instructing. “Keep your cool and in the meantime, we’ll have our eyes and ears open. Our plan will work, just be patient.”

The Frost Demon father looked to his right, towards Baddack. Though he knew his sons were probably right that he’d eventually lose, that didn’t mean he wasn't going to give his opponent hell first. This Saiyan from universe 3 was also a Super Saiyan, a warrior on the same level as the one who defeated Coola.

‘I must be very cautious...’

Four other Saiyans had made their way from their own area to the space of universe 18. Their leader, Vegeta of the Super Saiyans, put his hand on the balcony divider and addressed Gohan—who’d recently made his way out of the apartments.

“We’ve come for ‘you know what’...”

“What? Did you guys run out of food?” Goku muttered through a full mouth, biting off an enormous hunk of meat.

“No, not that...” the prince replied, already seeming to lose his patience.

Gohan hadn’t informed the other members of his universe about the ‘agreement’ he’d made with universe 13 to spare his daughter from the trauma of combat. Rising out of his chair, he finally replied.

“Your Kakarotto got carried away during the fight,” he said.

“Don’t play games with me, your kid is perfectly healthy. We fulfilled our part of the contract.”

“Hmm, I guess that’s true. Fine, then. Here’s my half of the agreement. In universe 9, there is an old Kaioshin, the one who appeared during the match of Videl and Cold. He has the ability to raise someone’s power to incredible new heights—if you are found worthy, of course. That’s how I became so strong, thanks to his magic. I will warn you, though...if you threaten or attack him, you’ll be returned to your own universe. So be cautious of how you approach the elder, or he won’t even agree to help you.”

“Are you kidding me?” Vegeta sneered, arms crossed.

“Nope. Change your attitude, and you have a chance to become much stronger,” Gohan replied with a smile. He knew it would be incredibly difficult for them.

After lunch came the dessert. Several of the warriors and spectators didn’t partake and left their table, such as Freeza. He’d retired to his own personal ship to do some thinking. There, he checked up on the progress of the underling he’d charged with finding Ginyu’s new identity. But that wasn’t the main reason he’d come. A large viewscreen in front of him was now broadcasting simultaneous views of the whole arena. On one of the images, he saw a pair of white gloves, like he was looking down on his own hands.

“Your chocolate buns, sir,” a Varga voice said, setting a delicious-looking dish onto the table beside the gloves.

“Hey, thanks, little mate!” came the voice of Jeece. As he spoke the words, the image on screen seemed to scroll rapidly. It remained jumbled for a second, before finally stabilizing. He now saw the face of Jeece.

“You hit me really hard!” the Varga complained, rubbing the back of his head.

“Sorry, mate! Guess I don’t know me own strength, eh?” the red skinned warrior apologized, grinning with sneakiness.

“Jeece has planted the camera perfectly, master,” one of Freeza’s subordinates said from a loudspeaker.

“Good...we’ll finally be able to get a look into their plans without our presence being detected,” Freeza said. “Continue setting the cameras out...surely someone out there has knowledge or access to the Dragon Balls.”

Behind him, as his henchmen frantically worked their technological magic at the keyboards, the Frost Demon couldn’t help but wonder. ‘Could...Ginyu have taken over the body of Jeece? No, surely whoever he switched with would have come to me...unless they covered it up. Hmm, the Ginyus always admired their leader, even used his name for their little band...No!! They wouldn’t dare hide something like that from me!!’

“Um, master?”

Freeza jumped. It was just another of his subordinates, but they had startled him.

“What!?” he yelled harshly, turning to a now trembling henchman.

“Uh...lord...I just wanted to warn you that if the cameras travel between universes, we’ll no longer receive their signal. But the footage is recorded, so we can view it upon their return.”

“It’s better than nothing,” Freeza said, turning to leave the room. ‘Damn! I’m going paranoid, I almost thought it was Ginyu watching me just now...’

At the table for universe 9, everyone showed their support for Tenshinhan—the last one among them still in contention. But his opponent was Buu of universe 4, whom he knew was out of his league.

“I’m going to prepare myself,” the tall bald man said, turning to head inside his apartment.

“You sure you don’t want my help?” Old Kaioshin asked for the umpteenth time.

“It’s too late now, if it takes hours to complete,” he responded.

“Well, if you’d decided to do it before now...meh...” the old Kai grumbled under his breath. He next turned to Videl. “Hey there, gorgeous, you sure you don’t want to help me wash my back later?”

“I absolutely will not!” Videl raised her hand to slap him, but was restrained by Trunks. Discreetly, the god took the opportunity to slip away... However, only a few meters away, Vegeta of universe 13 and his ‘friends’ called out to him.

“Hey, old man!” one of the other Saiyans said loudly.

“Just who do you think you’re addressing, you insolent fool!”

“Don’t annoy him!” Vegeta grumbled. “I just need to ask him a question.”

“No!”

“What do you mean, no?”

“That’s the answer to your question,” Old Kai said, crossing his arms.

“Are you kidding me you old imbecile?”

“What, you think you deserve my power?” Old Kaioshin laughed. “You’re all brigands!”

“You don’t know who you’re talking to, you senile old man,” the Emperor growled through his teeth.

“I’m completely serious,” the Elder Kai said, turning up his nose. “There’s nothing you could possibly do to make me unlock your power.”

Turning matter of factly, the King Kaioshin of old left them for the apartments. Everyone from universe 9 watched him go, before turning back to Vegeta, whose teeth were still angrily clenched. He looked like he was going to scream, probably hurling more insults at the god. But he controlled himself in the end, and turned to quickly hurry away. The others of universe 13 followed him silently.

There were only a few minutes left before the start of the second half of round two, but the organizers were still deep in discussion. Participating in the conversation were all the Kaioshins, along with several Namekians and Vargas. Additionally, Buu of universe 4 was listening attentively to their discussion. Discreetly, he suggested a certain ‘idea’ to a Namekian—though he knew they would, as agreed, submit to the Grand Kaioshin. With such convincing arguments, the idea had been considered, but the discussion was concluded.

For Buu, it was all just for fun. They finally decided to do nothing about the new ‘limit idea’, and it was too bad. But Buu hadn’t put much stock in it to begin with.

Meanwhile, the Varga interviewer, Den Grimme Aelling himself, made his way to the center of the arena where another of his colleagues already stood holding a microphone.

“We’d like all the fighters for the second half of round two to come join us in the center!”

After they’d all gathered, the old Varga began inspecting and greeting each of the fighters, just as he had done at the beginning of the second round. The idea of having everyone gather together was a big time saver, as now Aelling didn’t have to go from space to space to speak to each competitor.

Just as before, he went to each of the warriors in turn to ask what they would wish for if they were to win the tournament. For Vegetto, the only thing he was interested in was a potential challenge. The warrior from universe 5, however, didn’t come to the center like everyone else. After hesitating briefly, the Varga decided to move on.

#18, seemingly tired, just said the first thing that came to her mind: a cook. Arale said she’d wish for a giant gorilla and a costume gorilla, as well as a talking watermelon, followed by a flying motorcycle, until finally the interviewer stopped her to interject that she would only have three wishes.

Gotenks did a quick fusion dance for the occasion, and tried to put on an impressive face claiming he’d wish for peace throughout his universe. Rethinking his statement, he quickly clarified that he actually meant all universes everywhere. Then he further second guessed himself by saying all universes except his own, where he alone would maintain the balance of peace.

Nékomajin, after a long hesitation, said his one desire would be for an enormous ball of wool. Aelling, who wasn’t sure he’d understood the question correctly, raised a skeptical eyebrow.

Buu of universe 4 just wanted to have fun, and Tien had no particular wish. It was the same for Bra.

Eleim of universe 19 seemed to be intentionally vague with his wording. “I vow to save my people.”

King Cold was even less clear. “You’ll know when I win,” he said with a grin. A few people seemed frightened by this.

Baddack of universe 3 went without saying a word when it was his turn. When Vegeta of universe 13 said he wanted to eliminate the weak, it made Raichi share in his thirst for revenge all the more. Gast reiterated his desire to find a way to reproduce offspring of his own, while Piccolo Diamao said he’d wish to be master of the entire universe.

Finally done with the interlude, the fighting could once again continue.

“We’ll now continue the games with...Vegetto of universe 16 against XXI of universe 5!”

Old Kaioshin of universe 9 suddenly began to shiver with fear. “Wh...what?? XXI!!?” The mere mention of his name was clearly terrifying. “No, It’s not possible... How could they bring such a being here? Why would the Kaioshins possibly allow that...?”

“You know this ‘Ksee’?” Yamcha asked, curious.

“We haven’t even seen him yet, you know,” Tien added.

Oh yes, the Elder Kaioshin knew the being called XXI. He, or it, was a being, terrible and monstrous, that threatened all life in the universe—even death itself! XXI was a being so vile, anywhere it passed it completely superseded any concepts of good and evil—in its wake was left no chaos, no unhappiness, but rather...nothing at all. Neither was there matter nor spirit, nor any hope whatsoever...

And then, the infamous XXI finally appeared. It was nothing but an old bearded humanoid, wearing a toga.

“Oh, nevermind, it’s not him,” Old Kaioshin chuckled, scratching his head.