Saludos, amigo mío.
Hola, maestro.
Ya llevas
unos meses viviendo con nosotros.
Y, de nuevo, le agradezco su hospitalidad.
¡Oh, oh oh!
¡Tranquilo,
no te estoy echando, al CONTRARIo!
He estado observándote todo este tiempo...
Y tengo
que decir que eres un individuo impresionante.