Acabo de leer tu mente. Eres huérfano, siempre has vivido solo...
Veo que eres una buena persona. Tus intenciones son puras...
El Agua Sagrada está aquí, pero es agua corriente.
Lograr beberla es entrenamiento.
¡Pero a ti no te hace ninguna falta, ni tengo nada que enseñarte, eres muy superior a mí!
...
...está bien... Lo entiendo y le estoy agradecido, maestro...
No te desanimes. ¡Tengo algo más para ti!